Anunciaba durante la pasada tarde del jueves Silvia Blanco
Iglesias -la hasta ahora directora del Museo Arqueológico de Cacabelos- su despedida al frente de esa entidad cultural
de nuestro pueblo.
He querido en la triste despedida de Silvia remedar el título
de aquel famoso artículo escrito por Ricardo de la Cierva en El Pais al día siguiente (8 de julio de
1976) del nombramiento de Adolfo Suárez como presidente por el Rey Juan Carlos
I: ¡Qué error, qué inmenso error!
Quienes han provocado esta dimisión casi obligada, no han
sido capaces de recapacitar el daño que iban a provocar al MARCA, a Cacabelos,
a los cacabelenses e, incluso me atrevería a decir, al Bierzo y a la cultura en
general. No en vano del prestigio y de las actividades de nuestro museo se hicieron
eco innumerables instituciones, centros de enseñanza, medios de comunicación y particulares
durante el tiempo que permaneció bajo su dirección.
Poco a poco fue generando un nuevo museo en el transcurrir de
los días. Hemos sido testigos durante estos últimos ocho años de un sinfín de
exposiciones de artistas consagrados y noveles, muestras antológicas y
retrospectivas (recuerdo ahora a José Carralero, a Pedro Cotado), proyecciones,
presentaciones de libros, talleres para mayores y para niños…Son incontables
las decenas y decenas de actividades que se han desarrollado entre sus paredes
e incluso fuera de ellas, como fueron las dos ediciones de Art Fair celebradas
con gran notoriedad en el recinto ferial de Las Angustias. Recordemos también,
entre otras, la popularidad obtenida con “Antonio Guerra, la fórmula del éxito”.
Qué importante ha sido la labor pedagógica y lúdica con los
más pequeños. Abrió el museo a los niños, los ha han ido familiarizando con el
mundo del arte y a la vez que fomentaba entre ellos el amor a la institución.
Del mismo modo hay que destacar el trabajo etnográfico con los mayores del
municipio recopilando historias, leyendas y costumbres; los talleres para adultos
en Cacabelos y Quilós… y, sin duda, su talante colaborador y abierto para
quienes necesitaron el apoyo del MARCA.
Enumerar todo lo gestado por Silvia, y por el equipo con el
que supo rodearse, sería muy extenso. Para saciar la curiosidad de los
interesados sólo tienen que escribir en el buscador de este blog –arriba a la
izquierda- la palabra MARCA para ver la cantidad de veces que fue el centro de
la noticia.
Era todo muy bonito para que perdurara. Y se me hacía raro
que lo hiciese en el tiempo a pesar de los cambios políticos que se sucedían
en el Ayuntamiento conociendo la forma de actuar de estos cuando toman el poder.
Al final han provocado una crisis en una de las instituciones municipales que
mejor han funcionado durante tres mandatos con diferentes grupos políticos.
Cacabelos tiene una deuda con Silvia. No puede marcharse así.
Lamentablemente, querido Carlos, la historia nos demuestra que la gente mediocre siempre ha sentido envidia de la que, con su gran esfuerzo, trabajo y dedicación, ha destacado en alguna labor. Y si hablamos de cultura, casi me atrevería a decir que incluso más. Esto es una puñalada trapera a nuestro pueblo; un museo que destacaba por su implicación en el mundo de la cultura, en ámbitos muy variados, que lo abrió al pueblo, que destacó por su dinamismo, por ser un referente en El Bierzo, en toda la provincia y más allá, no puede ser maltratado de esta manera por un equipo municipal más que incompetente. Y aquí ya no hablamos de partidos, de siglas, de nada similar, porque en política municipal todo es diferente, y lo que es bueno para un municipio no se tiene que tocar, y si se mete la mano ahí, que sea para invertir más, para mejorar, nunca para destruir, que es lo que han hecho estos. Espero que Silvia pueda volver algún día cuando este equipo municipal tan, tan inútil se haya largado y no sea más que un mal recuerdo en la historia de nuestro pueblo. Ahora nos invade esa sensación mezcla de pena y mala hostia que esta actuación nos deja.
ResponderEliminarA Silvia, desearle todo lo mejor, que lo merece. ¡Vaya suerte que tendrán allá donde vaya! Y las gentes de Cacabelos se tendrán que desplazar a otro lugar para poder disfrutar de la creatividad y el buen hacer de nuestra querida Silvia Blanco Iglesias mientras frente a la puerta del MARCA pasaran bolas de paja movidas por el viento con una banda sonora de aquellas de los spaghetti westerns. Increíble.
Muchos de los que vivimos lejos de Cacabelos hemos comentado en numerosas ocasiones la paradoja de nuestro pueblo. Un pueblo con una estupenda actividad cultural dirigida desde el Museo por Silvia Blanco y un pueblo con continuas y lamentables disputas de las diferentes Corporaciones Municipales. Faltan adjetivos para calificar que, quien se tenga que ir, sea la directora del Museo y permanezcan, impávidos ante el sentimiento de vergüenza ajena que producen, aquellos (unos y otros) que, durante años, no han sido capaces de lograr un clima de cooperación política en el Ayuntamiento en beneficio de los ciudadanos de Cacabelos
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