sábado, 18 de junio de 2016

Los quintos del 68 están de fiesta



Foto de familia ante la estatua del vendimiador


Este sábado ha sido el día elegido por los nacidos en 1968 para celebrar el primer encuentro de quintos. Después de los primeros saludos han comenzado la típica ronda de vinos por la hostelería cacabelense, han posado en la ya clásica fotografía delante del vendimiador y se han ido a La Moncloa de San Lázaro para celebrar una cena de hermandad. Allí harán frente a las primeras horas de esta noche que seguramente se prolongará hasta bien entrada la madrugada.

La residencia El Humeral vivió una festiva jornada familiar



Música y vermú para iniciar la jornada


Como cada año, la residencia El Humeral celebró el día de la familia, una jornada para compartir toda la comunidad unas horas de fiesta y amistad.
Los jardines de este centro geriátrico fueron el escenario elegido para el desarrollo de las actividades programadas por la dirección. La climatología, más moderada que días pasados, posibilitó disfrutar de todas a lo largo del día: un vermú amenizado con la música tradicional de dos jóvenes músicos, una comida bajo las carpas con la tradicional paella, los juegos y entretenimientos para reposar el convite, el concierto de acordeón, el baile…a los que se sumaron los corros de amigos y familiares con los residentes para charlar de lo divino y de lo humano.
Buena y loable iniciativa, unida a la delicadeza y entusiasmo de los empleados,  que permite disfrutar a los residentes de esta fiesta tan especial.     


Reinaldo y Maruja con su hermana y sobrinas

Adela estuvo acompañada de su hermana y sobrinas

Dos amables camareras atendían el bar

 Victoria se relame viendo cortar el jamón a Javier. No era para menos, es un artista

El magnífico equipo de la Residencia

Esperando la paella

Una paella abundante y riquísima elaborada por un especialista

Mercedes con su cuñada y sobrina

Los pequeños de la casa también tuvieron su tapa de jamón y la ración de paella

Otra promoción del Instituto que echa a volar



Los graduados en 2016


En el Instituto se volvió a vivir una tarde agridulce, como sucede cada año en el momento de despedir a la promoción que finaliza el bachiller. Atrás quedan seis años de convivencia, con sus buenos, malos momentos y experiencias compartidas que dejan huella tanto en los profesores como en los alumnos. Esta última no ha sido una excepción y en el acto de despedida unos y otros han recordado este tiempo.


Quiso recordar Juan Carlos de Miguel,  el director del centro, a otros que también pasaron por las mismas aulas años atrás y hoy ocupan un lugar destacado en el mundo de la ciencia, la tecnología, las humanidades, las artes, los deportes, la jurisprudencia, el mundo empresarial…También a los centenares de exalumnos, que sin tener los brillantes expedientes de los anteriores, se han integrado dignamente en el mundo del trabajo. Todos justifican el buen hacer de este centro educativo de Cacabelos, denostado en algunas ocasiones. Finalizó su intervención exhortándolos a marchad sin miedo, salid al mundo tranquilos y confiados, pues aunque el futura parezca incierto, tenéis lo más importante, una buena formación académica y buenos y sólidos valores, y cuando os pregunten donde los aprendisteis decirlo alto, claro y con orgullo es que…sabes, yo estudié en el Bergidum Flavium.

Entregó a continuación  a  los dos alumnos premiados con la matrícula de honor –Jesús Santín Bermúdez y Néstor Vega- la acreditación correspondiente y dio paso a la intervención de un alumno, un profesor y un padre en representación de los respectivos colectivos.

 La coral cacabelense Ecos de Bérgida fue la sorpresa musical de la tarde regalando a los ya exalumnos un breve concierto que finalizó con el himno universitario por excelencia,  Gaudeamus igitur

Antes de proyectarse un montaje audiovisual con las imágenes más representativas de los años de escolaridad de los 34 alumnos de esta promoción, cada uno recibió un recuerdo y una pequeña orla con las fotografías de todos los compañeros.
Jesús Santín, matricula de honor, con tres de sus profesores
Nicolás Vega, también matricula de honor
La coral Ecos de Bérgida durante su intervención