Seguramente muchos de vosotros habréis experimentado esa breve
sacudida emocional al tropezaros con otro cacabelense lejos de nuestro pueblo o
con algo que os lo recuerde: un anuncio, un nombre, una fotografía… Si hasta
place que esto suceda a pocos kilómetros –pensemos- si nos sucede ya en la misma
Ponferrada, qué agitación no sentirían
dos paisanos nuestros al descubrirse en un puerto perdido cercano al Cabo de
Hornos. O aquel que divisó al otro lado en una calle Bangkok por
la que paseaba a un vecino del que, con los nervios del momento, solo recordaba
el apodo y fue el que utilizó a gritos para llamar su atención.
Nuestros vinos, no cabe duda,
son óptimos embajadores del Bierzo, pero si además son de Cacabelos, la
convulsión al descubrirlos sin duda es mayor. Sea su aparición en el aeropuerto
de Ibiza, en un hotel de Berlín o en una tienda gurmé del gélido Moscú.
Muy cerca, en la vecina Galicia, cuando apenas llevas dos o
tres horas fuera de Cacabelos, te da una punzada en el corazón al leer un
cartel de carretera señalando el nombre de tu pueblo, aunque no ignoras que se
refieren a otros con la misma denominación. Y eso te sucede cerca de Mazoi en
la provincia de Lugo o en las proximidades de la orensana Celanova. Incluso el
nombre de Carcavelos en las proximidades de la ciudad portuguesa de Cascais te transporta
irremediablemente a pensar en nuestro Cacabelos.
Ese cúmulo de sensaciones me invadieron al descubrir cerca del Parque Felipe VI una
humilde y corta calle madrileña bautizada así: Calle de Cacabelos. No Calle
Cacabelos, no, Calle de Cacabelos con la preposición /de/ indicando pertenencia
o propiedad. O así quise interpretarlo.
Así la consideré, una calle más de mi pueblo. Pude alcanzar y
tocar el rótulo dada su ubicación a baja altura. Paseé por sus reducidas aceras
sintiéndome por unos minutos uno de sus propietarios y fantaseando que pisaba una auténtica calle de mi Cacabelos.
Que buena sensación y añoranza a nuestro pueblo.
ResponderEliminarPreciosa foto
Pronto ¨callejearás¨ y te asomarás a tu querido puente para poder observar y fotografiar el resultado de las nieves y las lluvias de este invierno. Pronto...No puede ser de otra manera.
ResponderEliminarAyer nos acercamos para ver la placa. Nos sabíamos que había una calle con el nombre de nuestro pueblo. Nos hizo ilusión.
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