PEREJIL PARA TODAS LAS SALSAS
Por Antonio Esteban González
Es una frase hecha. “Perejil
para todas las salsas” es una frase hecha que se emplea para decir que alguien está casi siempre en todos los lugares en los que se celebra
algún acontecimiento al que no ha sido invitado y una foto, hace cincuenta años, era un
acontecimiento. Y en ese acontecimiento, como en otros muchos, se
encontraba -quizás, no, por casualidad- Ubaldo Manuel Martínez Saavedra que es el
nombre completo -y de pila- de Manolín, el “Corino”.
Tengo la impresión que
cuando Manolín veía a Isidro, el fotógrafo que preparaba su cámara para
fotografiar a algún grupo, allá iba él para inmortalizarse también porque, bien
sabido es que uno queda inmortalizado en una foto y, si no se lo creen, busquen
fotos antiguas y mírense.
Es, esta, una foto curiosa porque, como decía más arriba,
aparece en ella, además de Manolín, el “Corino”, el “Americano” con su
chaquetilla blanca y su corbata de pajarita, negra, como ala de cuervo.
El “Americano” parece un personaje salido de una película de
Scorsese, aunque los más viejos del lugar saben que “El Americano” pertenecía a
la familia de los “Polo”, que nada tienen que ver con Scorsese. ¿Qué, en donde
aprendió a servir con maestría una botella de champán o llevar en equilibrio la bandeja sobre el
brazo…?. Eso no lo sé.
Vemos, también a Luso, el sastre que -¡quién
sabe¡- tal vez hubiera confeccionado la chaquetilla al
“Americano”. Pudiera ser. Y a Carín que,
por aquellos entonces, era una figura emergente de la Unión. Y está su hermano
“Pajuela” que, a decir de las mozas, junto con “Pichi”, era uno de los mozos más guapos
de la villa. Claro que, todo va en gustos… Y, al lado de ellos Nando
“Romanones”.
Tres vasos y dos botellines de cerveza. ¿Quién era el que no
bebía..?.
Una foto de ayer de la que únicamente queda vivo Manolín, el
“Corino” y, por eso, la contemplamos con nostalgia.
Han pasado muchos años desde ese ayer y forma parte de la nostalgia.
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