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| Los primeros en llegar al vendimiador/ Foto Cristina Rodríguez |
Imitando el lenguaje deportivo, se puede decir que “ganamos
por la mínima”. Tan escasos fueron los tiestos “robados” durante la noche de
San Juan que ni siquiera alcanzaron para rodear completamente al vendimiador.
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| El vendimiador esperando la llegada de los tiestos |
A punto está de desaparecer esta tradición cacabelense que
permitía robar el mayor número de tiestos durante la noche de San Juan y
depositarlos delante de la Parroquia –antiguamente- y alrededor de la estatua
del vendimiador en la actualidad. Durante la mañana del 24 de junio era
obligado para los dueños pasarse por allí para recuperarlos.
Como argumento para justificar la falta de macetas en
balcones y ventanas para llevarse se alude al verdadero robo que se producía
entre los recogidos durante la noche; hora se ponen a buen recaudo. Y también
suma la falta de implicación de los jóvenes en el mantenimiento de la
tradición.
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| El vendimiador a primera hora de la mañana |
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