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Foto de familia durante la celebración del magosto en la Residencia El Humeral |
Como suele decirse, las tradiciones están ahí para cumplirlas.
Y en la Residencia El Humeral las tradiciones se cumplen a rajatabla. Si
hablamos de Navidad, la residencia se convierte casi en un belén viviente; si
hablamos de Reyes, en El Humeral se vive esa fiesta como si sus habitantes
fuesen niños todavía; si hablamos de carnaval, ídem; si hablamos…del magosto, pues casi se convierte en la
fiesta mayor, una de las más esperadas.
Y es que es normal que la dirección y empleados de la
residencia den el do de pecho a la hora de cumplir esta tradición berciana.
Para la mayor parte de los residentes estas fechas están llenas de evocaciones de
sus tiempos jóvenes, cuando –fuese en Cacabelos u en otros pueblos vecinos- la
llegada de los Santos significaba magosto: castañas, patatas asadas,
garrapiñada, bailes…Eso es lo que hoy revivieron todos en El Humeral durante la
jornada de confraternidad entre residentes, empleados, dirección, familiares y
amigos unidos por la tradición del magosto.
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Maruja volvió a demostrar su buen humor |
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Y Reinaldo dejándose querer por Maruja |
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