LAS NIÑAS DE LUTO
Por Antonio Esteban González
En realidad estas jóvenes no eran
tan niñas. Eran, más bien, mocitas -o
mozas- casaderas o ya casadas. No sé.
Pero llevaban, tres de ellas, luto riguroso como LA NIÑA DE LUTO, una película
de Summers que fue rodada en Huelva hace más de cincuenta años
La historia que se contaba en
ella, era la historia de una mocita -en
Andalucía a las mocitas les llaman
niñas- que vestía luto riguroso por la
muerte de su abuela y, bien sabido es que cuando alguien perdía a la abuela se
establecía luto riguroso por espacio de un año. Cuando terminó el periodo de
luto, -en la película- la protagonista
perdió a su abuelo y el luto continuó.
Recuerdo -acudo, como otras veces, a mis recuerdos de
niño inocente- que, tras la muerte de un
familiar en primer grado, en las casas, aviaban una caldera con agua hirviendo en la
que se vertían varias papeletas de TINTES IBERIA para teñir, de negro, la ropa
que se usaría durante un año.
Los hombres lucían un ancho
crespón cosido a la manga izquierda de
la americana y, además de la corbata
-negra, por supuesto- el luto, naturalmente,
iba en el corazón. Ellas, las mujeres, vestían de negro totalmente, incluida, a
veces, la ropa interior. No asistían a los bailes y paseaban, los domingos, con
las amigas, carretera arriba/carretera abajo con rostro compungido y sonrisas
prohibidas.
Detrás de la casa se solía quemar
la ropa del difunto como si se tratase de un antiguo ritual purificador porque
eso era lo que mandaban los cánones y la costumbre. (En otras ocasiones, la
ropa se regalaba a pobres de mil caminos sin esperanza que mendigaban un
mendrugo de pan y que sabrían llevar las ropas
con dignidad -eso decían- aunque los pantalones les viniesen grandes y
los zapatos estrechos).
En la foto, naturalmente, de luto
riguroso, tres hermanas de Avelina y tías de Mundo, Josefa, Rosa y Teresa y
Carmen, madre de Maribel y suegra de Gelo de Paz.
Una foto que nos aproxima a un
ayer muy, muy, muy lejano.
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