Si algo destaca en la cabalgata de los Reyes Magos más allá de los espectaculares trajes que los arropan o la grandiosidad de las carrozas es, sin duda, el rostro emocionado de los más pequeños. Refleja la expectación, la admiración, la esperanza e, incluso, el temor que pudiera provocar la grandiosidad y misterio de los personajes.
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Año tras año se repiten las mismas escenas con los niños protagonistas viendo pasar a los Reyes o sentados sobre sus rodillas respondiendo a Melchor, a Gaspar o a Baltasar que han sido muy buenos durante el año pasado, o al menos, no han sido muy malos.
Más tarde llegará la hora de irse a la cama y conciliar el sueño. ¿Cómo dormirse después de haber vivido tantas emociones durante la tarde? Pues hay que lograrlo apretando bien los párpados porque si estás despierto los Magos de Oriente podrían pasar de largo.
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| Miriam sigue creyendo en los Reyes. Seguro que algo le dejarán esta noche |
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| También Adela espera algún regalo mañana. Parece que tiene enchufe con ese rey |
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