CUATRO
EN CARRACEDELO
Por Antonio Esteban
Es obvio. Se ve en la
fotografía. Eran cuatro. Dos mujeres, Tita, la de “Forín” y Mary Celi, la hija de la “Pirucha” y dos varones, Alfredín -todos le llamaban Alfredín- y José Luis Pato, un veterinario afincado en
la villa que se enamoró de Mary Celi y la llevó al altar.
Alfredín y José Luís
están ya en ese lugar llamado NADA
que es un TODO inmenso a donde van
los que ya no están con nosotros. (¡Qué bien me ha salido la frase…¡Me
felicito).
Pero ¿a qué habían ido a
Carracedo? Seguramente a ver el Monasterio porque el Monasterio de Carracedo es
un monumento. Claro que ellos estaban más preocupados seguramente por otros
monumentos más cercanos. Los tenían más a mano sin que esta frase de tenerlos a mano tenga una connotación
fea. En todo caso, eran jóvenes y con la vida por delante y, no desdeñaban -ninguno de los cuatro- un beso fugaz entre
los árboles. Todos son suposiciones. Ellas no van a decir nada y ellos, que ya
no están entre nosotros, sonreirán mefistofélicamente y dirían que son unos
caballeros.
Dejemos, pues, el asunto
así y disfrutemos de una foto que forma parte de la historia de la villa,
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