No importa el horario. De igual forma que aquí se celebra la
San Silvestre el día de San David, con el mismo derecho se cambia de un año
para otro el horario. Este año tocó disputarla por la tarde en un ambiente
festivo y con temperatura agradable gracias a la huida de la niebla.
Muchos participantes se dieron cita en la Plaza de San Isidro
para recorrer los cinco kilómetros de la prueba deportiva y finalizarla en la
Plaza Mayor con chocolate con churros y golosinas.
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