jueves, 12 de julio de 2018

Josué señala el camino a los jóvenes gitanos de Cacabelos


Preparado para conocer el veredicto del jurado en el último festival del cines del Instituto



Ya no es noticia que un gitano de Cacabelos ha obtenido el título de bachiller por primera vez. Desde hace ya casi dos meses Josué Gabarri Vargas viene apareciendo en titulares de prensa que se han hecho eco de lo que, seguramente, habrá marcado un antes y un después en la escolaridad de los chicos y chicas de su etnia en nuestro pueblo.

No ha sido fácil el camino para Josué ni para los propios maestros del Colegio Virgen de la Quinta Angustia y los profesores del IES Bérgidum Flavium. Sí ha sido una meta alcanzada y deseada desde hace años por todos, no solamente por su familia. Incluso se ha notado en la calle:
Simpática foto en la infancia

-Me para mucha gente por la calle, aunque no me conozca, y me pregunta si soy el gitano que ha terminado el bachiller. Cuando les digo que sí, me felicitan y me animan a seguir estudiando, me cuenta Josué durante nuestra última charla sentados frente a un café y un refresco en la zona peatonal del Vendimiador.

Finalizaba el siglo XX cuando un programa especial de la Junta de Castilla y León nacía para tratar de ayudar en colegios e institutos al alumnado con desfase escolar a causa de sus circunstancias de desventaja o por pertenecer a minorías étnicas, no por tener alguna discapacidad personal. Para este último ya existían otros programas.

Fueron los niños y niñas gitanos uno de los objetivos principales al implantarse el programa en Cacabelos. Fue una labor lenta e intensa, con mucha implicación de los claustros y también con la colaboración de otras instituciones.

 En sus inicios ningún gitano se matriculaba en el Instituto. Literalmente hubo casos en los que fue necesario ir a buscar a sus casas a los alumnos que habían abandonado o, casi, ni iniciado la escolaridad. Pero se sabía que ahí estaba la simiente de lo que años después traería la normalización en la asistencia a clase para lograr la titulación de las generaciones posteriores. 

Participando en el Concierto 50 Aniversario del Bégidum Flavium

Lentamente, pero sin ceder al desánimo, los frutos llegaron. Fue Dori Jiménez la primera en graduarse en ESO y ahora es Josué quien alcanza al título de bachiller.
-¿Pensabas verte algún día con el título bajo el brazo?
-No creía que llegase a terminar, la verdad. Primero quise hacer la ESO y luego un grado medio, pero mi padre y mi tío (el marido de mi tía Ruth) me animaban a intentar hacer el bachillerato.
Josué habla de sus años en el Colegio del que tiene buen recuerdo:

-Me acuerdo de Ángel en 1º y 2º, muy buena persona, castigaba en los recreos si no te portabas bien. También recuerdo a Mario, a Ricardo, a Patricia… No tuve buena asistencia y repetí 6º. Era algo vago.

-Tienes alma de artista polifacético, has hecho vídeo, tocas el piano, compones…

-Sí, me gusta. En el Colegio también me publicaron un poema en la revista que se hacía todos los años.

-Llega el momento de dar el paso hacia el Instituto. ¿Cómo lo viviste?

-Me “acojoné” un poco. Ricardo me advertía en 6º que si no estudiaba tendría que quedar otro año más en el Colegio. Yo quería ya pasar y me puse a estudiar: aprobé y pasé. 
 
Ayudando a poner la pajarita a un compañero antes de subir al escenario
- No tuviste una entrada triunfal, precisamente.

-No, es cierto, en 1º de ESO estaba con otros seis gitanos en clase y estábamos siempre hablando. No hicimos nada. Porque… ya sabes: si uno no hace nada, el otro tampoco. Pasamos un curso divertido, pero sin dar golpe. Lo que aprendíamos era con Encina en clase de Compensatoria.

Sigue narrando aventuras del Instituto hasta llegar al punto que significó un antes y un después en su etapa de estudiante:

-Al año siguiente me cambiaron de grupo y estuve en una clase en la que yo era el único gitano. Me aburría. Por una parte, me preguntaba qué hacía allí. Si no estudiaba, no tenía sentido pasar las horas sin más. Reflexioné dándome cuenta que había que estudiar. Esta reflexión la compartí con un alumno búlgaro, Zhivko. Hablábamos de la necesidad de estudiar y me convencí.

  Estabas convencido, pero no estudiabas. Faltaba dar el paso definitivo.

-Sí. A mí me contaba mi amigo Saúl lo que era Diversificación (Diversificación Curricular es un camino alternativo para cursar 3º y/o 4º de ESO que se ofrece a aquellos alumnos que presentan dificultades de aprendizaje generalizadas). Y yo dije que quería entrar en ese programa. Manuela, mi tutora, me decía que yo podía hacer ESO sin necesidad de entrar en Diversificación. Suspendí adrede y conseguí entrar al curso siguiente con José Carlos el de Biología como tutor. Le quería mucho y me quería mucho. También me apoyaron mucho Manolo y José Luis. Manolo siempre estaba muy pendiente y animándome.

Resumimos el tiempo de ESO y llegamos al bachillerato, el plato fuerte que esperaba a Josué y la meta que parecía inalcanzable.

-El cambio a Bachillerato fue difícil, sobre todo por el inglés, tenía un nivel muy bajo. También en Lengua estaba mal. Me apoyó mucho Pedro. Recuerdo un cuaderno que me dio, y que aún tengo en casa, para hacer análisis sintáctico en casa.

Al ir avanzando te motivas y estudias mejor. Estudié mucho encasa con buen ambiente gracias a mis padres. 

Tocando el piano del ambigú del Cine Faba

Comentábamos antes tu faceta como realizador de vídeos, intérprete y compositor. En 2013, junto con su amigo Eloy, se llevó el primer premio de Festival de Cine Bégidum Flavium. En la última edición participó con otros compañeros en la realización del vídeo premiado también en primer lugar. En todos los festivales y conmemoraciones del Instituto es ya un clásico participando tocando el piano alguna de sus composiciones o golpeando las cajas.

Junto con los compañeros que participaron en el corto ganador del Festival  de Cine

-Me gusta hacer de todo. Pero, fíjate, el vídeo que hicimos Eloy y yo fue porque necesitábamos dinero. Eloy quería comprarse una guitarra y yo un piano eléctrico.
Abordamos el tema de la discriminación racial. Tanto en el colegio como en el instituto nunca ha sentido rechazo. 

-No he notado diferencias entre los compañeros. Entre los jóvenes no veo discriminación. Yo soy gitano y me siento orgulloso de serlo. No hay gitanos como los de Cacabelos.

-¿Y qué futuro te preparas?

-Estoy sacando en carnet de conducir y me voy a matricular en el Módulo de Grado Superior en Administración y Finanzas 2018 en Ponferrada.
Y, si Dios quiere, tener un trabajo que me dé dinero para vivir.

Es el punto y seguido que ha puesto Josué.

Foto familiar del día de la graduación

Con el director y profesoras del Instituto el día soñado de alcanzar el título de bachillerato

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