GELO Y YO
Por Antonio Esteban González
Este título -“GELO Y
YO”- bien pudiera ser el título de una
película, pero no lo es. Es, sencillamente, el pie de foto de esta semana.
Gelo -el mozo de la
fotografía- y yo tenemos algo en común. O varias cosas en común, como, por
ejemplo, la edad. Eso creo. Y que hicimos el servicio militar en Ceuta, eso
creo, también, porque, en otras fotos, al fondo, observo las viejas murallas de
la ciudad “caballa”, como le llaman los ceutíes a su ciudad. Y, si Gelo hizo la
“mili” en Ceuta -y tiene la misma edad
que yo- estuvo en el Campamento de “Loma
Larga” en donde aprendimos a manejar el mosquetón y otras cosas que, después,
no nos sirvieron para nada.
“Loma Larga” estaba a las afueras de la ciudad y allí
cantábamos esta canción:
“Si me quieres escribir
ya sabes mi paradero:
Campamento “Loma larga”
sin tabaco y sin dinero”.
Entre las cosas que aprendimos y que no nos sirvieron para
nada, aprendimos, por ejemplo, que el fusil se dividía en dos partes: fu y sil.
Gelo hizo la mili en artillería y yo en la Compañía de Mar
de Ceuta y ambos estuvimos a las órdenes del general Gortarredona y, desde
nuestros cuarteles, podíamos ver la mole gigantesca del Monte Acho que domina
la ciudad.
Gelo, a lo que parece, ejerció como POLICIA MILITAR y yo
como encargado de la enfermería en donde me enseñaron, por ejemplo, a poner
inyecciones.
Y, lo que son las cosas, hoy, cincuenta años después, los
dos, vivimos en Cacabelos.
En fin, HISTORIAS DE LA MILI
y, por lo tanto, esta foto debe servir para recordar otros tiempos en
los que servimos, valga la redundancia, como se decía antes a Dios, a la Patria
y al Rey, aunque no había Rey.
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