EN DONDE HORACIO CONOCE A FELIPE GONZÁLEZ
Por Antonio Esteban González
-Yo soy Enrique Sarasola, empresario, -dijo Enrique- y
éste -me señaló- es mi amigo Horacio Guerra.
A.Guerra por Antonio Esteban |
-¡Ozú…¡. ¿No será pariente de Alfonso…?. De Alfonso Guerra, quiero
decir…
-No -respondió
Sarasola- Horacio no es pariente de
Alfonso Guerra.
E inmediatamente.
-Oye, Felipe, me gustaría que vinieras a visitarme a mi
oficina. Esta es mi tarjeta -había
sacado una tarjeta de visita y se la entregaba-
Acércate mañana y charlamos…
El semáforo cambió a verde y continuamos el camino.
Me volví a Sarasola y le dije:
-Pero, ¿de verdad no conoces a Felipe González…?. Todos los
días los periódicos hablan de él. Estuvo en la clandestinidad durante un montón
de años y se hacía llamar “Isidoro”. Es un abogado sindicalista andaluz con mucho futuro en la política. Se dice que
los socialdemócratas alemanes lo están ayudando con dinero en esta campaña.
Hice una pausa y miré a Sarasola, pero Enrique conducía sin
hacer caso a mi conversación.
-Un consejo: ten cuidado… Si salen elegidos, socializarán
todas las empresas.
Sarasola no contestó. Aceleró y nos perdimos en las calles
de un Madrid que tardaría muy poco en despertar.
**
Dos días más tarde llamé a Sarasola.
-¿Fue a visitarte Felipe González…? -pregunté.
-Sí. Y me contó sus proyectos para hacer de este país un
país mejor.
-Ya sé,
-respondí- como dijo mi pariente
Alfonso Guerra, jajajajaja, van a darle una pasada por la izquierda a España
que no va a conocerla ni la madre que la parió.
Oí la risa de Enrique Sarasola al otro lado del teléfono.
-Pues, mira, Horacio… Yo lo ayudé con un talón de… Bueno… de
muchos millones de pesetas.
-¿Qué dices…?. ¡Tú estás loco…¡
-Pues estaré loco, Horacio, pero le di un talón… He tenido un pálpito… Felipe llegará lejos…
-Joder, Enrique… Parece que no lees los periódicos.
-¿Por qué…?.
-Por lo que dicen… Por lo que se ha dado en llamar el CASO
FLICK. Escucha: un diputado socialdemócrata alemán ha declarado a la prensa que
un compañero suyo ha entregado a Felipe González un millón de marcos,
procedentes del partido alemán para que ganen las elecciones y con el dinero
que tú le has dado, eso está hecho.
-Apuesto por él…
Horacio Guerra haciendo un brindis |
Años después me tropecé con Felipe González en Barajas.
En un primer momento no me reconoció, pero, cuando le dije
que nos habíamos conocido una noche, mientras pegaba carteles y que era amigo
de Sarasola, me dijo:
-¡Ah, sí…¡. ¡El pariente de Alfonso Guerra, jajajajajaja…¡.
Enrique Sarasola ya había muerto. Felipe me miró emocionado
y me dijo:
-Enrique pagó un precio muy alto por ser mi amigo.
CONTINUARÁ
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