jueves, 16 de julio de 2015

Imágenes y recuerdos de Cacabelos (CLXVII)




LARGO VIAJE A LAS TRINITARIAS (II)
 Por Antonio Esteban González

Bilbao no era Bilbo ni San Sebastián, Donosti ni Vitoria, Gaztelu. O, a lo mejor, sí. No sé. No sé si en aquellos momentos las capitales de las provincias vascas  -hoy la palabra “vasco” se escriben con “b”-  se decían en lenguaje abertzale. Por eso, no sé, ahora mismo, si decir que nuestras niñas se fueron a estudiar a Bilbo o a Bilbao con las monjitas de la Santísima Trinidad y de los Cautivos, que así se llamaban y cuyo origen se pierde en la oscuridad de los siglos.
Las “Trinitarias”  -dicen las Enciclopedias-  llevan en el hábito una cruz “patada”, cuyos extremos presentan un ensanche que se asemejan a patas, en dos colores: azul y rojo sobre fondo blanco.
Nuestras niñas, en un largo viaje, se habían ido a vivir con las Trinitarias que tratarían de enseñarles, además de educación, a coser, a ser mujeres de provecho y, sobre todo, a custodiar, por encima de  cualquier otra cosa, la pureza. Es decir, nada de novios, nada de bailes y nada  de besos más o menos castos o más o menos robados, que bien sabido es, como dice el refrán,  que ”besos y abrazos no hacen muchachos, pero tocan a vísperas”
Don Dámaso  -sotana y gafas-  un buen día montó en su SIMCA  -creo que era un SIMCA-  y en un largo viaje por Castilla, se plantó en Bilbao llevando, para las mozas, regalos de la familia lejana y buenos consejos y se trajo, a su regreso,  la nostalgia de la raíz perdida.
Así que, ahí las tienen con su medalla sobre el pecho, bajo el cobijo paternal del sacerdote: Toñita, la del “Napi”, Manola Arroyo, Esperancita, la hija del “Capador”, Julita Sarmiento, Pili Puerto, Maribel Pestaña, Cristina Peña, Maribel, la del “Molino”, Tere Costero Sarmiento, Manoli González, Gelines y Emilia Morete, alguna ya desaparecida y muchas  -casi todas-  peinando canas y disfrutando de sus nietos.
Una foto que, seguramente las trasladará a otros días en los que soñaban ser, quizás, lo que no llegaron a ser.

No hay comentarios :

Publicar un comentario