Recuerdos del famoso Horacio Guerra

Horacio en la actualidad con unos amigos en Isla Margarita

Hace unos días Jesús A. Courel mencionaba en su columna del Diario de León, La 5ª esquina, a nuestro paisano Horacio Guerra.  El motivo no era otro que  haber descubierto en una librería ponferradina un libro titulado  Buenos y malos de la historia y cuyo autor es el célebre Horacio. ¡Qué error! No sé cuántos ejemplares habrá vendido, pero, sin duda, el éxito editorial llegaría con su autobiografía. Con todo lo que tiene que contar y con su aptitud para narrarlo, seguramente estaríamos ante un best seller del berciano como protagonista.

Hace ya unos años que tomó rumbo a la venezolana Isla Margarita en busca de buen clima y de nuevos negocios. Allí sigue enredando en el mundo del comercio y de la farándula. Su popularidad le ha llevado a ser  considerado como “gente bella de Margarita”, según publican los medios venezolanos dedicados a los grandes eventos sociales.

Imagino que este no será su último destino. Horacio es lo que podríamos llamar un “culo inquieto”. Con él no va estar aposentado mucho tiempo en un mismo lugar y ver pasar la vida. Necesita actividad, nuevos retos y conocer otros universos. Aunque quizá con la edad habrá perdido parte del enorme dinamismo que desprendía.

Su verdadero nombre es el de Horacio Ángel Díaz López, pero en Cacabelos y en el mundo entero es conocido por Horacio Guerra. Es hijo del principal impulsor de los vinos de Cacabelos, don Antonio Díaz Guerra, cuyo busto podemos contemplar en los jardines de la Plaza Mayor.

Portada del libro citado

 Siempre le apasionó el mundillo del espectáculo. Muy joven probó suerte en el celuloide. Debutó en “Molokay la Isla Maldita” a las órdenes del director Luis Lucia y compartiendo cartel con el famoso actor de la época Javier Escrivá(ver hacia el minuto 26 del film en http://www.youtube.com/watch?v=OcGKmKDaWYM).

En el escaparate de Fotografía Isidro(padre) durante una temporada estuvieron expuestas una serie de fotografías del actor acompañado de muchas celebridades del cine(Orson Welles, Sergio Leone, Sofía Loren, Charlton Heston, etc). Una en particular, enorme, destacaba entre todas. Nuestro actor, como  el mejor galán de la época,  posaba para el fotógrafo  bajo el nombre de Richard Dean. Este fue su nombre artístico que también compatibilizó con otro, Richard Angelo.

De aquellos contactos llegaron nuevas relaciones posteriores que le permitieron entrar en el mundo de la producción de películas. “Las Ibéricas”, dirigida por Pedro Masó y protagonizada por José Sacristán y Tina Sainz entre otros, fue la más conocida. En años posteriores produjo una serie de programas de variedades dirigidos sobre todo a las televisiones sudamericanas bajo el título genérico de  “Horacio Show”.

Sus relaciones con los personajes del cine, de la televisión o del deporte fueron abundantes. A Cacabelos llegó en cierta ocasión con un descapotable biplaza propiedad Amancio,  famoso futbolista del R.Madrid. Después de pasearse varios días por estas tierras, la mala suerte hizo que, a la salida de Ponferrada, en Montearenas, un accidente llevase al desguace al vistoso vehículo.

Horacio(dcha.) acompañado por Amancio

En la madrugada de una cálida noche veraniega paseábamos un grupo de amigos por las inmediaciones del puente(en aquella época esa costumbre era nuestro “botellón”), cuando descendió de un coche Horacio y nos comunicó que en pocos minutos llegaría el popular cantante y compositor Juan Pardo, por aquellos años en la cumbre del éxito. Así fue, somnoliento apareció el artista gallego con otros miembros de su grupo musical. A todos se los llevó a cenar a la casa materna a pesar de las intempestivas horas.

No fue este el único campo por donde se desenvolvió Horacio. Su paso por el mundo de la moda le llevó a montar una tienda en uno de los laterales de la actual Caja España. Adelantándose a los tiempos abrió en Ponferrada la primera tienda de telefonía móvil que hubo en el Bierzo, pero aún faltaban unos años para que se popularizase este medio de comunicación y los resultados no fueron los deseados.

Poco tiempo después se adentró en los negocios de hostelería. En el barrio ponferradino de Cuatrovientos inauguró “Ciudad Juárez”, establecimiento que quizá también se anticipaba a los tiempos. Aprovechando el tirón de la Expo de Sevilla de 1992  inició su experiencia en este campo con un mesón decorado y ambientado a semejanza de los típicos mesones andaluces. “Sevilla 92” adoptó como nombre comercial. Estuvo situado al lado de la Plaza de Abastos en los bajos de la que fue casa del Pardal.

En los primeros años ochenta del siglo pasado nos sorprendió nuevamente paseándose por varios platós de televisión presentado un libro sobre el horóscopo chino, mostrándose como una autoridad en la materia.

Sé que en el tintero se quedan otras muchas actividades desarrolladas por este singular cacabelense y que podrían narrarse multitud de anécdotas protagonizadas por él. Los jóvenes pueden preguntar a sus mayores que seguramente podrán así ampliar el amplio repertorio de aventuras que corren por ahí.

Estos últimos años, como decía al principio, vive en Isla Margarita. En aquel paradisíaco lugar ha vuelto a contraer matrimonio y a cuya ceremonia  unos cuantos vecinos nuestros viajaron expresamente para ser testigos directos.