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| Alicia Mª Luisa García, autora del texto/Foto Carlos de Francisco |
Yo soy Alicia María Luisa García. Una Carretona que vive en Buenos Aires. Hasta aquí hemos llegado los Carretones descendientes de Angel y Petra …los primeros. (Ver De Buenos Aires a Cacabelos para conocer a su familia).
Nacida en Buenos Aires, hija de Guadalupe Oliva, argentina y de Juan García Rodríguez, un Carretón de Cacabelos.
Comencé a conocer la historia de mis ancestros españoles en un viaje para conocer el pueblo de mi padre: Cacabelos. Y allí me buscaron y encontraron los Carretones del pueblo (Marifrán y Ester, Antonia, Lucrecia, Antonio y luego Roberto Carballo un estudioso e investigador de la familia).
La historia que quería compartir, ahora está completa gracias a esos Carretones que quedaron en el pueblo y ayudaron a completarme a mí, a mis 4 hijos y 5 nietos. Ellos a su vez la seguirán compartiendo con sus descendientes.
En estas tierras de Latinoamérica, especialmente en México, existe la creencia que los muertos nos siguen visitando y a acompañando mientras los recordemos…”Solo se muere cuando se olvida”.
Cuando recorrí las calles de Cacabelos, el río, el puente, las iglesias de Las Angustias y la de la Plaza, el recuerdo de mi padre me acompañaba, como cuenta nuestra creencia, pero a medida que conocía la historia de los Carretones me empezaron a acompañar también Carlos, Elicia, Petra y Ángel.
Antes de llegar a Cacabelos, conocía el pueblo a través de él, mi padre, un inmigrante que se vino a la Argentina buscando nuevos horizontes y que siempre lo recordaba con melancolía.
Infancia de mi padre en Cacabelos
Juan, mi padre, nació en el otoño del año 1921, específicamente el 9 de noviembre de 1921. Fue el sexto hijo de 7 hermanos, hijos de Carlos García Blanco (hijo de Petra y Ángel, los primeros Carretones) y de Elicia Rodríguez Carballo.
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| Mis abuelos paternos Elicia y Carlos ya de mayores |
Elicia Rodríguez dio a luz en su casa y su padre fue a anotarlo al Ayuntamiento, como era común en esa época, luego vendría el bautizo en la iglesia de la Plaza.
El año del nacimiento de Juanito ,1921, fue un año crucial para España, en lo político, económico y social.
España culminó la campaña en el norte de Marruecos con una de las mayores derrotas de su ejército causando miles de muertos. Esto generó una crisis política y social afectando al rey Alfonso XIII y la responsabilidad del sistema liberal en el poder que dio espacio al nacimiento del Partido Comunista, aunque ya existían organizaciones obreras, socialistas como el PSOE y anarquistas como la CNT.
En la casa familiar cuando Juanito nació, vivían sus padres Carlos y Elicia y cinco hermanos: Ángel de 20 años, Teresa de 18, Pepe de 16, Manuela de 13 y Guadalupe de 6 años.
Vivian en una casa de la villa de Cacabelos al lado del rio Cúa. Tenían cerezos y diferentes plantas frutales, también había vid de donde se procesaban vinos para consumo familiar. Tenían una cuadra para animales: cerdos y alguna vaca para consumo de leche para los más pequeños.
En este ambiente familiar con hermanos mayores fue creciendo Juan, con una madre y padre mayores 40 y 45 años.
Juanito se iba criando al cuidado de su madre y un séquito de niñeras hogareñas pues era el más pequeño de la familia, lejos de las preocupaciones políticas, económicas y sociales de una región convulsionada por cambios radicales.
En España y el mundo iban ocurriendo hechos históricos y algunos de alto impacto en la ciencia y filosofía revolucionaria. El mundo científico se sacudió al descubrir que la Vía Láctea no era todo el Universo, sino una parte de él.
En España gobernaba el dictador Miguel Primo de Rivera con supresión de libertades políticas y una política de modernización especialmente en las villas rurales con obras públicas, caminos edificios comunales, escuelas etc.
La dinámica de la familia era bastante similar a la de cualquier hogar de Cacabelos, con la diferencia que Carlos, padre de Juan, cada temporada se iba a Cuba a trabajar en las zafras. El último viaje lo hizo cuando Juanito tenía 2 años.
La odisea de Carlos
Según cuenta la historia, Carlos comenzó un emprendimiento comercial terciarizando materia prima de la cosecha(patatas). Algunos campesinos del pueblo y vecinos de otros pueblos le entregaron las papas cosechadas a Carlos y este a su vez se las vendió a un comerciante mayorista. Cuando le pagó a Carlos lo hizo con dinero falso. Lo habían estafado y por lo tanto también a sus vecinos.
Carlos emprendió una gesta titánica para devolver hasta la última peseta a sus vecinos. Viajaba a trabajar a Cuba durante 2 años, cuando volvía iba saldando esa gran deuda.
Parece haber necesitado por lo menos cuatro viajes para poder saldar la deuda.
En el último viaje llevó a su hijo mayor, Ángel, que ya era un mozo de 20 años, para terminar más rápido de pagar esa deuda que le había llevado casi 15 años entre viaje y viaje.
Imagino a Elicia, esposa de Carlos, lo sacrificado que debió ser sostener la casa y la crianza de esos hijos sin su marido presente durante esos largos años.
Ese último viaje se transformó en el penúltimo. Por primera vez Carlos viajaba con su hijo. Carlos ya era mayor para ese trabajo y su salud era más débil. Se enfermó en Cuba y acordaron con su hijo que volvería a España a recuperarse y se reencontrarían apenas se mejorara en el mismo lugar
Cuando Carlos volvió recuperado a encontrarse con su hijo…Ángel ya no estaba.
Ángel había esperado a su padre trabajando, pero su padre tardo más de lo que él podía esperar.
Los comentarios de los hombres de esa época hablaban de lo maravilloso que era Sudamérica para florecer económicamente. Imagino que Ángel, al pensar que su padre no volvía, él se iba a hacer la América y así ayudar a su familia en España.
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Llegada de inmigrantes a Buenos Aires |
Ángel nunca más volvió a España, no volvió a ver más a su madre y padre. Según cuentan se sintió abandonado por su padre quedando enojado con Carlos.
Imagino la tristeza de Elicia al ver llegar a su marido sin su primogénito.
Carlos saldo todas las deudas siendo reconocido por su pueblo que le hicieron una misa de agradecimiento por la titánica gesta de devolver el total del capital que le habían estafado.
¿Ese reconocimiento habrá equilibrado el sacrificio de un hijo y 15 años de vida familiar perdida?
A Juanito le sirvió para admirar a su padre y poder disfrutar su presencia en niñez y juventud, además de regalarle a su hermana menor nacida luego de ese último viaje, Rosita.
Con su hermana construyó un vínculo fraternal muy profundo que con las vueltas de las vidas se demostrará en los últimos años de Juanito 70 años después.
Ellos compartieron juegos, amistades, travesuras, necesidades. Los mejores recuerdos de Juanito en esos 20 años compartidos. Su hermana preferida.
Los juegos infantiles de esa época eran canicas, escondidas, carreras, pero lo que más disfrutaban era nadar en el rio del pueblo, lanzarse desde el puente romano que une las dos partes del pueblo.
Mientras estos años transcurrían en la infancia y adolescencia de Juanito en tierras del Bierzo, en Argentina Ángel se insertaba en la comunidad de inmigrantes españoles que habían venido en búsqueda de un futuro más próspero que les esperaba en sus tierras.
Ángel, y luego sus hermanos, formó parte de la gran inmigración que se dio de los países del sur de Europa a la Argentina. De España se calcula que llegaron 2.300.000 inmigrantes incorporándose a distintos trabajos que comenzaban a florecer en las ciudades y pueblos más rurales. Ángel se asentó en la capital de Buenos Aires con el oficio gastronómico, el mismo que eligieron muchos paisanos de su tierra.
Esta inmigración española y de toda Europa, castigada por la guerra, constituyó un crisol de personas que enriquecieron económica, cultural, política e ideológicamente a nuestro país y se fundieron con la población nativa que los recibió con los brazos abiertos.
Juventud de Juan
Cuando Juan era un muchacho de 15 años estalló la Guerra Civil tras la sublevación militar contra la República. Si bien hacía dos años estaba en el poder la República, el clima social ya era convulsionado. Por su edad, recién con la Guerra Civil, Juan comienza a tener conciencia y preocupación por lo que ocurría, especialmente en su región y pueblo.
Él solía contarme que los muchachos en sus reuniones propias de la edad ya eran conscientes de lo que ocurría, pero se les prohibía hablar sobre los temas políticos por sus padres para preservarlos de la represión y clima social de la época. Él construyó su ideología a partir de estos hechos que le tocó vivir y que mantuvo a lo largo de su vida, incluso cuando emigró.
Estos hechos y aprendizajes dolorosos le permitieron sobrevivir a aquella dictadura y como vueltas de la vida, le permitió proteger y enseñar a su hija (yo) en la dictadura que nos tocó atravesar en Argentina en 1976.
En una España golpeada además económicamente transcurrieron los siguientes años de su juventud ayudando a sus padres en las tareas de la casa. En esa época en la casa familiar solo vivían Juan, su hermana Rosa y sus padres ya ancianos.
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Foto familiar: (izq a der) Rosario, Pepín, Mercedes, Pepe el Ferreiro, Elicia y Angustias |
Toda España y su pueblo estaban atravesados por la Guerra Civil que duró 3 años con las consecuencias económicas y sociales que este hecho marcó. Él me ha contado muchos episodios dolorosos ocurridos en su juventud entre vecinos y familiares cercanos que dejaron una huella profunda en su memoria.
Después de la victoria del Franquismo, Ángel seguía ayudando económicamente a su familia desde Argentina. Ofreció a sus hermanas mayores los pasajes para emigrar a la Argentina. Teresa, Manuela y Guadalupe viajaron, quedando en Cacabelos Juan, Rosa y Pepe.
Pepe aprendió el oficio de herrero, que al poco tiempo paso a ser Pepe Ferreiro, el herrero del pueblo. Oficio necesario en esa época para las herraduras de caballos y maquinas rurales que empezaron a usarse en el pueblo. Pepe ya había formado su familia casándose con Angustias, moza del pueblo.
Con los años Pepe Ferreiro será el único hermano de los 7 que quedará viviendo en Cacabelos. Luego nacerían sus hijos Rosario, Jovita y Pepín, que heredará este oficio en el pueblo.
La postguerra fue más dura todavía, ya que además de la represión interna, España sufrió un periodo de aislamiento internacional agravando la grave crisis económica, la destrucción de infraestructuras con un retroceso en su desarrollo general.
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| Foto de Juan en la mili |
Juan no tenía posibilidades de ayudar a sus padres ya que le tocó hacer el servicio militar.
Cuando vuelve de allí se alista como voluntario en la Guinea Española, actualmente Guinea Ecuatorial. Lo que entusiasmó a Juan para tomar esta decisión, tenía dos características: el voluntariado tenia paga y la otra era su espíritu aventurero. Allí pasa 2 años hasta tener un accidente.
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Juan en Guinea, África |
Cuando le dan el alta médica decide volver a trabajar, pero en Francia. En España la situación económica seguía difícil. Pero también en la Francia de la postguerra. Allí estuvo 4 años trabajando duro para ayudar a sus padres y hermana que habían quedado en el pueblo.
(Continuará)






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