miércoles, 29 de julio de 2020

Imágenes y recuerdos de Cacabelos (CDXI)


1966
 
DE EXCURSIÓN A LOS ANCARES

Por Antonio Esteban

Medio siglo atrás, un grupo de aficionados a la montaña fundó el CLUB ANCARES y algo tuvo que ver, seguramente, don Manuel -don Manuel siempre fue Fraga a quien Franco siempre llamaba Iribarne-. Uno de sus amigos lugueses, Alfredo Sánchez Carro, muy conocido en la bimilenaria ciudad por ser el autor de una frase, vigente, aún y que recorrió el mundo de la gastronomía:” … y, para comer,  Lugo”, se hizo cargo de la idea  e incluso , con otros, logró construir un albergue o refugio,  en donde, por una módica cantidad, uno podía comer caldo gallego, un codillo, café y postre  y pasar la noche en una litera y a la mañana siguiente, cuando la niebla se había evaporado ver la magnífica soledad de los mointes y, con un poco de suerte , escuchar el canto del urogallo, melodía restringida a Galicia. Se dice que, para oírlo, cualquier biólogo, pagaría una buena entrada en esa zona protegida de la bioesfera por la Unesco…

El urogallo llamado también pita dos montes o pita dos Ancares suele aparearse en los llamados cantadoiros, un lugar en donde se pavonean para que la hembra elija macho.

Y, hasta allí, hasta los Ancares, tal vez a la Fiesta de la Trucha o, sencillamente, para huir de los rigores de un estío duro, subió un grupo de cacabelenses con una pancarta en la que saludaban a cuantos visitaban aquellas alturas y entre ellos vemos a   Prada, a Manuel Sernández Quiroga "Calsita"  y a su mujer, a Eumenio y su hija Margot, a Sita, al recordado Servando...

Desgraciadamente esta costumbre de subir a los Ancares se ha perdido y hoy la juventud prefiere otras diversiones, pero ahí queda una fotografía curiosa y nostálgica que nos recuerda la excursión.

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