COMO SOY TAN PEQUEÑITA…
Por Antonio Esteban
Así comenzaba un verso que solían recitar las niñas -no los niños- el día de su primera comunión -que para algunos fue la única: la primera y
la última.
Ese día, por la tarde, como era el mes de las flores, decían
las niñas, vestidas de novia: ”Como soy
tan pequeñita / y tengo tan poca voz / solo me atrevo a decir / ¡ Viva la madre
de Dios…¡”
Yo recuerdo, nítidamente, mi primera comunión, junto con mi
hermano. Por la tarde, nos llevaron al chalé de don Jacono Hoeltz, amigo de mis
padres que nos regalaron un billete de cien pesetas, billete que pasó,
rápidamente a la carterita de mi madre, y nos invitaron a degustar un plato de fresas con vino y azúcar.
Mi hermano comió tantas que, desde entonces, aborrece no solo el vino, sino el
azúcar y las fresas.
En la foto, que es lo que nos interesa, podemos ver, de izquierda
a derecha a Dorita Pol, a Aurorita, la de don Camilo, a Carmiña, la de Ubaldo,
a Josefina la de Suso, el “Carretón”, a
María Antonia, hija de un Guardia Civil a Esperancita Lago, la de la confitería,
a Gelines, la “Corina” y Lola, hermana de Teresín.
Detrás se pueden ver, si observan con interés a Antonia
Carballo, madre de Dorita Pol, a Elvira, la de “Gancha”, a una hija de la “Colasa”
a doña Elvira, la maestra, a Emilia, la relojera, a Sagrario, madre de Susana,
a doña Ángeles, la maestra, a Josefa, la “Pispisa”,
a Lola, la “Molinera”, a la madre de
Fefa, la del “Rediós” a la Nena, la
madre de Dory, a Josefa la “Catalana”
a Amalia, la de Demetrio, a Sina, la de la Casería y, al fondo a Gaspar casado
con Celina Sierra.
Una nostálgica fotografía, con todo el color de las fotos
antiguas que, sin duda, gustará a nuestros lectores.
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