COMEN PORQUE TIENEN HAMBRE
Por Antonio Esteban
Si no tuviesen hambre, no comerían. En la mesa hay galletas MARÍA , tazas de café y
bocadillos. Bocadillos, seguramente, de salchichón, de chorizo o de mortadela o
de jamón, que era lo más lógico, aunque la lógica, según algunos, no existe.
Julita y Nice Cela, hermanísimas, que comían con avidez, se
preparaban para que Isidro, el fotógrafo tomase nota gráfica de la escena y, el
resto, observa o, quizás, le interesase más la foto que el desayuno.
Seguramente los protagonistas de esta escena, reponían
fuerzas tras una noche loca -loca según
se mire- ya que, en aquellos tiempos,
las noches, aunque fueran locas, eran de sana juerga porque los hombres se
comportaban como caballeros y las mujeres como honestas monjas ursulinas.
Centrándonos en la foto, vemos que, al lado de Esperancita
hay un plato de bocadillos y, ante cada uno de los comensales vasos para vino o
para agua. Tal vez, vino. Fuera lo que fuese, los protagonistas de esta fotografía
miraban más para el fotógrafo que para la comida. Estaban contentos y satisfechos
porque la noche había sido completa.
Al lado de Esperancita, en su espléndida belleza, vemos Víctor
Pombo, el hijo de Amanda y, como decíamos más arriba, a Julita Cela junto a su hermana Nice y, al
fondo Alfredín Couceiro.
Una foto de
un ayer que desgraciadamente no volverá.
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