MODISTILLAS
Por Antonio Esteban
La
canción sobre las modistillas la cantaba Lilián de Celis, una cupletera del
siglo pasado. La letra era de Álvaro Retana -escritor gay- y la música de Gaspar de Aquino y decía:
“Se dice que muy pronto, si Dios no
media, tendremos las mujeres que ir a la guerra y yo como medida de precaución
ya estoy organizando mi batallón".
Y
más adelante: “El más fiero enemigo
caerá deshecho que estamos decididas a dar el pecho”, cosa que algunos pollos-pera de los años veinte tomaban al
pie de la letra - lo de dar el pecho- y
armaban jaleo en los cabnarés para que
las cabareteras diesen el pecho….
Con
la misma música, los soldaditos de España cantaban en el campamento: “Somos los quintos más chulos que hay en
todo el batallón que no precisamos meses para saber la instrucción. Un, dos,
tres… Paso militar. Un, dos, tres ¡ qué gusto da…¡”.
Y
ahí las tienen, ajenas a la musiquilla y a lo que decía Pili, la “Madrileña”
que era la maestra, pendientes del fotógrafo. Con ella -con Pili- Teresa, su prima, casada con un secretario del
Ayuntamiento de Candín; Raquelín Neira que matrimoniaría con un Perejón y vive
en Gijón -lo he dicho en verso- y que es prima de Manolita, la de Vitín y
Marisa, hermana de Teresa, la “Molinera, que lee una revista sin importarle la
clase y Pili, la “Fuca”, sonriente, pero a lo suyo.
Este
era nuestro batallón particular de modistillas que, a buen seguro, no
envidiaría a cualquier otro batallón.
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