Foto de familia con el vendimiador por testigo |
Los quintos nacidos en 1977 están celebrando a lo largo de
este año los cuarenta años, un cifra redonda que marca –o dicen que marca- un
antes y un después en la vida. Casi son unos yogurines todavía, pero les gusta reunirse
para contar las una y mil batallitas que dicen haber vivido ya.
Aquel año venía cargado de ilusiones. Por primera vez, después de la dictadura, hubo unas elecciones generales que supondrían la línea de salida para la recién conquistada democracia. Una canción, Libertad sin ira de Jarcha, se convertiría en el himno promocional de la campaña y que aún hoy convendría seguir escuchándola.
Nuestros quintos de hoy se sumaron a los más de treinta y seis millones de habitantes que tenía entonces España, diez menos que en la actualidad. Sin embargo el índice de natalidad alcanzaba los 2'65 hijos por mujer, 1'32 en 2016. Bajando y sin frenos.
Aquel año venía cargado de ilusiones. Por primera vez, después de la dictadura, hubo unas elecciones generales que supondrían la línea de salida para la recién conquistada democracia. Una canción, Libertad sin ira de Jarcha, se convertiría en el himno promocional de la campaña y que aún hoy convendría seguir escuchándola.
Nuestros quintos de hoy se sumaron a los más de treinta y seis millones de habitantes que tenía entonces España, diez menos que en la actualidad. Sin embargo el índice de natalidad alcanzaba los 2'65 hijos por mujer, 1'32 en 2016. Bajando y sin frenos.
Lo cierto es que hoy rebosaban alegría y buena marcha durante
la ronda de la tarde que precedía a la cena con fiesta final en la terraza de
la Moncloa de San Lázaro.
Que quinta más buena
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