lunes, 3 de abril de 2017

Florencia seduce a los de Cacabelos


El David no deja indifetente a nadie


Llegaron los alumnos del Instituto de Cacabelos dispuestos a comerse la ciudad, pero Florencia siempre sale victoriosa. Nadie puede librarse de su poder de seducción y, como tantos otros millones de visitantes anteriores, se han rendido a sus encantos .
Florencia es la capital de la Toscana –que ya de por sí es un lujo-, es la patria de Dante y Maquiavelo, tiene dos plazas  -Signoría y Duomo- que solo ellas  justificarían la visita,  el singular Ponte Vecchio, el Duomo con la cúpula de Brunelleschi, el Campanile de Giotto, el Battisterio de San Giovanni, Santa María Novella…y el impresionante David de Miguel Ángel, la escultura más representativa del Renacimiento.
Un pequeño homenaje fotográfico para los cuatro osados "profes" de la excursión

Ante tanta maravilla ¿cómo evitar las redes de la seducción florentina? No hay respuesta. Hay que dejarse llevar, como lo han hecho nuestros jóvenes y callejear. Y callejeando darse de bruces con la Fontana del Porcellino, el jabalí de bronce que los bercianos acariciaron hoy –como manda la tradición- para asegurarse su vuelta a Florencia.
Y bajando al mundo de los vivos, pocos se habrán resistido a probar los típicos gelattos  que ofrecen durante todo el año las famosas heladerías del centro. Pocos también, o quizá ninguno, osaría probar paninos al lampredotto, bocadillos con tripa de vaca que se venden en puestos callejeros y que los oriundos consumen con placer.
Montecatini, la ciudad de las termas y situada a poco más de sesenta kilómetros, acogerá para el descanso a los chicos durante esta primera noche por la Toscana.
La vida sigue y el viaje también…
Callejeando con la cúpula de Brunelleschi al fondo

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