UNA ODA A LA NOSTALGIA (II)
Por Antonio Esteban González
Decía, hace un par de semanas,
que tomaba prestado un artículo de Beatriz G Portolatín, psicóloga, para el pie
de foro de aquel día y, hoy, vuelvo a hacerlo.
“Viajar en el tiempo -dice-
nos produce sensación de paz y bienestar, siempre y cuando podamos mirar
al pasado desde la tranquilidad y la gratitud, ya que, así, podremos valorar el
gran regalo de la vida y haber disfrutado de esos momentos”.
“Recordar, junto con quienes
compartimos buenos momentos y hablar de
nuestras experiencias positivas a negativas es algo que fortalece el
vínculo con las personas que están a
nuestro alrededor”.
“Mirar atrás supone ver cómo
hemos cambiado y aprendido porque, en cierto modo, somos nuestros recuerdos que
forman, a la vez, nuestra identidad”.
“La nostalgia nos hace viajar en
el tiempo por nuestra biografía y comprobamos que los puntos siempre se
conectan hacia atrás y nunca hacia adelante”.
Todo lo escrito puede ser
aplicado a la foto que encabeza esta
sección. En ella vemos a Amable, de Toral, junto con Quica, la de Paquita,
Pilar, la “Pardala”, madre de Tito. Sara Gato y Luchy, la mujer de Albertín.
Cuatro mozas de Cacabelos y una
amiga de Toral con su belleza de ayer detenida en un foto de color sepia. Esa
belleza -la de las mozas y la de la foto
en sí misma- nos aproxima, una semana
más, a un ayer del que siempre hablamos y que, a pesar de todo, se nos ha ido
de entre las manos.
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