Alredor de las once de la mañana fallecía repentinamente en la acera del puente hacia las Angustias el conocidísimo tabernero cacabelense Androllo. Después de dar su habitual paseo matinal por el centro de Cacabelos, Adolfo de Arriba se dirigía a la Residencia el Humeraral donde vivía desde hace algún tiempo, se desplomó quedando sin sentido. Aunque llegaron los servicios sanitarios, nada pudieron hacer por su vida.
Androllo regentó la célebre bodega conocida por su mismo apodo y que estaba situada en el antiguo edificio que actualmete ocupa Caja Galicia. Tenía 84 años.
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