miércoles, 19 de septiembre de 2012

Imágenes y recuerdos de Cacabelos (XVII)



                                                            LA VIDA SIGUE IGUAL

                                                                                                               
                                                                                                   ANTONIO-ESTEBAN GONZALEZ

"Unos que nacen, otros morirán; unos que ríen, otros llorarán. Aguas sin cauce, ríos sin mar. La vida sigue igual..."
Y es muy cierto que unos nacen  -dice la canción-  y otros morirán, lo que no sé si es tan cierto es que haya aguas sin cauce y ríos sin  mar, pero, eso sí, hay fotos como esta que tienen cien años y que nos recuerda esa canción. Cien años y algunos meses porque se supone que en mil novecientos doce  -Carnaval, Carnaval, un Carnaval sin Georgie Dann-  el Carnaval se celebraría en Febrero. O en Marzo. Según. Y la vida sigue igual.
¡Cuántas historias podrían contarnos los componentes de la polifónica cacabelense  -siempre hay por quién vivir y a quién amar-  hermosas o no tan hermosas, dulces o no tan dulces, ácidas o no tan ácidas...¡.¡Cuántos baúles de sueños guardados hasta que desaparecieron  -sueños y baúles de sueños-  en la nada del tiempo...¡.
Todos los que aparecen en la fotografía  -de un tierno color sepia-  han desaparecido y su memoria ni siquiera es memoria ni aun para sus allegados. Pero, lo que son las cosas: sus cosas  -sus instrumentos-  tal vez no hayan desaparecido y duerman en algún desván  -¡Cuánta nota dormida...¡ esperando la mano de nácar que los despierte, como escribió el poeta-  : la guitarra rota, el laúd sin cuerdas o la mandolina...¡. (Como la mandolina del capitán Corelli que fue fusilado en Capadocia por los alemanes y salvado por su novia, aunque no sé si Corelli tocaba o no tocaba la mandolina. Pensemos que sí. Hay un filme que cuenta esta historia).
Cien años ya y aquí está la foto con gentes que hoy cumplirían, por ejemplo, ciento cuarenta años  -algunos-  y otros  -muy pocos-  menos.
Seguramente todos vivieron tiempos de amargura y murieron lloviéndoles la tristeza por dentro: la Primera Guerra Mundial, la Guerra Civil  -penas y glorias, guerras y paz-  las películas de Stan Laurel y Oliver Hardy o de Johnny Weismuller  -Tarzán de los Monos-  o el estraperlo o las coplas de doña Concha Piquer o los goles de Lángara o las zamoranas de Ricardo Zamora o los tangos de Carlos Gardel o los hermosos años veinte que únicamente fueron hermosos para algunos.
Pero, como dice la canción  -una canción que ellos no llegaron a cantar-  al final, las obras quedan, las gentes se van, otros que vienen las continuarán..La vida sigue igual...
Y sigue igual.

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