Definitivamente vamos a tener que rendirnos a la evidencia:
la fiesta de Halloween va ganando batallas. Año tras aña cada vez son más los
participantes en esta noche mezcla de terror y carnaval.
La primera señal del éxito saltaba esta tarde al salir muchos
niños –los jalovines- cargados con sus calabazas pidiendo caramelos
por los comercios de Cacabelos. Y con la llegada de la noche fueron decenas de
mayores –los jaloves- los que tomaron
las calles o, mejor dicho, tomaron los bares –la noche no estaba para florituras-
ataviados de una y mil formas para competir
a ver quién aterroriza mejor.
Atrás queda aquellos primeros festejos de Halloween celebrados
hace unos pocos años en el interior de las aulas de los colegios e institutos.
Estaban fomentados por el profesorado de inglés con el fin despertar el interés de sus alumnos
por la asignatura de forma lúdica. Claro que muy pronto fueron los comerciantes
quienes supieron aprovechar el negocio que había detrás.
que mal gusto
ResponderEliminar