… Y, AL FONDO, EL CÚA…
Por Antonio Esteban González
A espaldas de Gelines, la de
Erundino, vestida con primaveral y romántica blusa blanca, el río, -el
Cúa- seguía fluyendo como el Duero, sin
que nadie se detuviese a escuchar su eterna estrofa de agua.
Al otro lado de la foto, -al
fondo de la foto- la casa en la que
vivían las dos Gracianitas: Gracianita, la rubia y Gracianita, la morena,
primas. (Con Gracianita, la rubia, vivió durante algún tiempo, su parienta Carmeliña
que conocía el secreto de los naipes de la baraja y que tuvo algún éxito
interpretándolas o, al menos, ella decía
eso).
Pero, todo pasa, como hemos
escrito en más de una ocasión. Todo pasa y
la vida fluye. No se detiene, como no se detiene el agua del río bajo
los puentes -“nuestras vidas son los
ríos que van a dar a la mar” que dijera Manrique- y que tanta agua han visto pasar.
Dejando aparte el Cúa y dejando
aparte a doña Gracianita, la rubia y a doña Gracianita, la morena y a Carmeliña,
la echadora de cartas, digamos que ahí están, sonrientes gozando de su presente
perfecto y sin pensar en el día siguiente, en la semana que vendría después, en
el mes más florido, que sería el mes de
un futuro perfecto que llegaría con nuevos amores para la que no tuviese
amores, ahí están mirando para la cámara de Quico, el Curioso, Ludi, la de José
María, el de “La Ruta”, Mary, la hija de don Arsenio, Gelines, la de Erundino,
Pili, la de Gato, -¡pobrecilla…¡- que ya no está entre nosotros y María Eugenia
y, al fondo, el río, el Cúa, con su eterna estrofa de agua moliendo -porque molía teniendo ante él a esas guapas mozas de
Cacabelos- palabras de amor… Palabras…”,
como escribió Gerardo Diego.
Gracias querido Carlos¡ Sabes que no conocía esta foto de mi madre Angeles, la de Vitín, o sea, ella misma ja ja ja . Debido al fuego perdimos todo el archivo fotográfico de las dos familias¡¡¡ GRACIAS¡¡ es emocionante, las reconozco a todas y están muy elegantes¡¡ Te felicito por esta labor de recuperación històrica ¡ Y Antonio: GRACIAS A TI, of course, coñpañero poeta¡ un abrazo Yolanda ALBA
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