miércoles, 11 de febrero de 2015

Imágenes y recuerdos de Cacabelos (CXXXIX)

Foto/Archivo de Cristóbal Rionda


Desde Castroventosa agradezco a Cristóbal Rionda Fernández el envío de esta entrañable fotografía.  Vivió en Cacabelos en la década de los 70 del siglo pasado (seguramente muchos jóvenes de aquellos años recordaréis también a su hermana Covadonga). Cristóbal estaba muy integrado en el pueblo, era un chaval muy activo y participativo.  Gracias a castroventosa,  según me comunica en un correo,  mantiene el contacto con Cacabelos, sorprendiéndose en ocasiones de reconocer todavía a algunos de sus compañeros y vecinos del pueblo.(Carlos de Francisco)
PIRAGUISTAS
 Antonio Esteban González

Hace años -no muchos- en Lugo, en mi época de periodista deportivo para la Cadena de Ondas Populares -COPE, la Radio de los curas- tuve amistad  con uno de los mejores palistas españoles -olímpico y medallista-Ramos Misioné. Me habló de lo duro y sacrificado que era remar   un día y otro día y otro día más. Yo le dije a Luís Gregorio -Ramos Misioné se llama Luís Gregorio- que, allá por los años sesenta del siglo pasado también había sido piragüista. Y lo explico ahora: Paco Tapia, padre de Paquito Tapia que jugó en la Unión, ejercía como delineante en Cementos Cosmos y diseñó una piragua para un grupo de amigos, que sería la envidia de muchos cuando navegásemos el Burbia en el Pozo Cantón. Era un diseño perfecto, propio de un calafate que son,  -los calafates-  en la marina, quienes diseñan y se ocupan de la construcción de botes, barcas, barcazas, lanchas y lanchones y -supongo-piraguas.
Aquel diseño perfecto fue forrado con lona, una lona que provenía del decorado de una obra de teatro  -¿DE DÓNDE VIENES, MANOLO?-  que había sido puesta en escena en el Cine Benamor, en mil novecientos cuarenta y ocho.
Llevamos la piragua al río. La botamos -había sido bautizada con el sonoro nombre de CABALLO LOCO y al tocar agua, se hundió. La lona, podrida, no resistió.
Ese fue mi primer contacto con las piraguas. Años más tarde en Villafranca formé parte del CIT y pusimos en marcha el descenso del Río Valcarce, río de agua, sino turbulentas, sí, semisalvajes o, al menos, bravas.
De aquel CIT  -Centro de Iniciativas Turísticas-  solo quedó Antonio, el cartero, precisamente el hombre, a la izquierda de la foto, que era Delegado Federativo y que, a lo que parece pasó a formar parte de los piragüistas de Cacabelos. Con él, en la foto, vemos a Juanjo (Epi), Javi Balboa y José Luís Prada. (Reconocemos además a Juan Carlos (Pituso), Sergio Valín, debajo Roberto Omar, Juan Carlos Tomé, Julio y y a Cristóbal Riondas, un alumno del Instituto de Cacabelos que pasó alguna temporada entre nosotros.
Una foto que, como otras muchas, nos recuerdan un tiempo feliz en el que la villa llevaba su nombre por los ríos de España. Queda ese recuerdo.

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