viernes, 13 de febrero de 2015

Hablábamos de “El Señor de Bembibre”

Hablábamos el pasado martes de la novela El Señor de Bembibre  del escritor berciano Enrique Gil y Carrasco con motivo del bicentenario de su nacimiento y la declaración de 2015 como Año Romántico con el fin de celebrar el aniversario con diversos actos.
Esta novela narra los amores de don Álvaro y doña Beatriz con todos los ingredientes de la novela histórica del Romanticismo. Dejando aparte todos sus valores literarios, los cacabelenses siempre hemos presumido de ver citado nuestro pueblo ya en la primera página del libro: En una tarde de mayo de uno de los primeros años del siglo XIV, volvían de las Ferias de San Marcos de Cacabelos tres, al parecer, criados de alguno de los grandes señores que entonces se repartían  el dominio del Bierzo.
No es la única obra en la que Cacabelos aparece citado. En una entrada del 22 de junio de 2012 recordábamos en este cuaderno otra-La Niña de los embustes. Teresa de Manzanares (1632)-incluida en la novela picaresca, género literario satírico de creación española. Podéis leer más en el enlace La Niña de los embustes.
El autor, Alonso de Castillo Solórzano, elige Cacabelos como lugar de nacimiento de la madre de Teresa en unas líneas llenas de gracia e ironía: ...yo comienzo mi historia con referirle, que si bien me acuerdo, tuvo su patria en Galicia, en la villa de Cacabelos. Su padre se llamaba Payo de Morrazos y su madre Dominga Morriño. Mi abuelo no era bien tino en gallego, sino de los asomados al reino, quiero decir de los ratiños (era el apodo con el que se conocían a los bercianos allá por el siglo XVII), que ni son de Dios ni del Diablo; que como en los bizcos está dudoso a qué parte miran, así él, ni bien era cristiano ni dejaba de serlo; tan bárbaros hombres se hallan tal vez en aquellas tierras
Vino a Cacabelos con una partida de vacas(a una feria que allí se hace cada año) y halló repastando otra, cuya guarda era Dominga Morriño, mi señora abuela....
En tan bucólicas circunstancias no fue extraño el enamoramiento y la consecuencia: el embarazo de Dominga.
...llegóse el noveno mes y salió a luz el valor de Galicia y la gala de Cacabelos, que fue mi madre,  a quien pusieron de nombre Catuxa...

Es en otra novela picaresca, en este caso la última novela picaresca francesa del siglo XVIII, donde Cacabelos vuelve a formar parte de la trama. En el  Capítulo III de Historia de Gil Blas de Santillana del francés Alain-René Le Sage, el protagonista recala en la villa en su viaje hacia Salamanca. Los acontecimientos comienzan en un mesón que está a la entrada del lugar, esto es, un poco fuera de él. Algunos quieren identificarlo con la actual Moncloa de San Lázaro, pero esa es ya otra cuestión.
Camilo José Cela, Premio Nobel de Literatura en 1989, nombra a  Cacabelos en uno de los escritos recogidos en El gallego y su cuadrilla, concretamente en el titulado Esteban Dupont IV, barbero: Esteban Dupont abrió la barbería de sus sueños y se casó con Rosiña la de Cacabelos, una moza garrida y algo tartamuda que había tenido tres descuidos: Rosiña, Camiliño y Santiaguiño.
La relación podría alargarse más, incluso añadiendo libros de viajes, guías, etc. pero se haría demasiada extensa esta entrada. Sin embargo es imprescindible citar a dos escritores bercianos: Antonio Pereira y Raúl Guerra Garrido. El poeta, novelista y cuentista  villafranquino desarrolla parte de la narración La Orbea del coadjutor en Cacabelos. Y el madrileño-cacabelense Raúl Guerra en varias de sus obras convierte el pueblo de sus padres y abuelos en el lugar por donde se mueven algunos protagonistas: El año del wolfran, Viaje a una provincia interior o Cuaderno secreto.
No creo que puedan presumir de un currículum semejante muchas localidades  de nuestro entorno e incluso (de vez en cuando hay que exagerar) del mundo mundial
















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