AMARRADITOS LOS DOS...
Antonio-Esteban González
A pesar de lo que se pueda pensar, entre Toño, el
"Pardal" y Tere Neira , no había nada. No eran novios. Eran, eso sí,
amigos que bailaban de cuando en vez y se dejaban fotografiar juntos, de vez en
cuando, por Cipriano, el retratista. (Cacabelos tiene una cierta tradición en
fotógrafos. Por aquí han pasado Cipriano, Isidro González Canóniga y su hijo
Isidrín, Quico, el "Curioso" y, ahora, Foto Santiago).
En los bailes -en el
Casino o en la Pista de Litán- las
chicas se sentaban en bancos arrimados a la pared, custodiadas férreamente por
las mamás o por las tías -las célebres
"carabinas"- o por algún hermano
mayor que las vigilaba y velaba por su honra. y, hasta ellas, llegaban los
mozos y pedían un baile:
-¿Bailas...? -decía
él.
Y ella, tras consultar con la mirada a la mamá, respondía.
-Bueno...
Y la mamá, si el mozo no era de su agrado, decía malhumorada:
-Tan pronto como termine la pieza, te vienes para acá.
Normalmente, si quien pedía el baile era Toño, el
"Pardal", la mamá sonreía y animaba a la hija, porque Toño era un
mozo guapo, simpático y respetuoso. Después, mientras se mecían al compás de un
pasodoble, él preguntaba:
-¿Te quedas conmigo...?.
Y unas veces se quedaba con él y, en otras, no.
La moza que baila con Toño Puerto es Tere Neira que tenía
unos ojos pequeñitos -en la foto- y achinados y sonrisa encantadora y por eso
Toño parece muy contento.
Tal vez bailaban un pasodoble: "Campanera", que
decía: "¿Por qué han pintao tus
ojeras, la flor de lirio real? ¿Por qué te han puesto de seda ¡ ay,
Campanera...¡, por qué será..?" o "Francisco Alegre", otro
pasodoble del momento con una letra que aún recordamos los más viejos del
lugar: "En los carteles han puesto un nombre que no lo quiero mirá: Francisco Alegre y olé, Francisco
Alegre y olá" o "El Niño de las Monjas", con letra sentimental:
"Eran las monjas las madres del niño aquel que sin padres quedó, con ellas
en el convento su infancia feliz pasó..".
No sé. Siempre era un pasodoble o un bolero y, no, música
bacaladera de chunda-chunda o "me
lo dijo Pérez que estuvo en Mallorca que allí la alegría, de noche y de día
nunca tiene fin" o "Guantanamera: "Guajira, guantanamera.
Guantanamera. Yo soy un hombre sincero de donde crece la palma y antes de
morirme quiero echar mis versos del
alma".
Claro que, a lo mejor
-solo a lo mejor- bailaban
aquello de: "Vamos amarraditos los dos, espumas y terciopelo. La gente nos
mira con envidia por la calle, murmuran los vecinos, los amigos y el
alcalde..." Pero a Toño, el "Pardal" y a Tere Neira no les importaba
que murmurasen. No tenían motivos para murmurar. Eran amigos. Solo amigos...
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