miércoles, 8 de enero de 2014

Imágenes y recuerdos de Cacabelos (LXXXV)



         

                            AMARRADITOS LOS DOS...
                                                                                                                             

 Antonio-Esteban González

A pesar de lo que se pueda pensar, entre Toño, el "Pardal" y Tere Neira , no había nada. No eran novios. Eran, eso sí, amigos que bailaban de cuando en vez y se dejaban fotografiar juntos, de vez en cuando, por Cipriano, el retratista. (Cacabelos tiene una cierta tradición en fotógrafos. Por aquí han pasado Cipriano, Isidro González Canóniga y su hijo Isidrín, Quico, el "Curioso" y, ahora, Foto Santiago).
En los bailes  -en el Casino o en la Pista de Litán-  las chicas se sentaban en bancos arrimados a la pared, custodiadas férreamente por las mamás o por las tías  -las célebres "carabinas"-  o por algún hermano mayor que las vigilaba y velaba por su honra. y, hasta ellas, llegaban los mozos y pedían un baile:
-¿Bailas...?  -decía él.
Y ella, tras consultar con la mirada a la mamá, respondía.
-Bueno...
Y la mamá, si el mozo no era de su agrado, decía malhumorada:
-Tan pronto como termine la pieza, te vienes para acá.
Normalmente, si quien pedía el baile era Toño, el "Pardal", la mamá sonreía y animaba a la hija, porque Toño era un mozo guapo, simpático y respetuoso. Después, mientras se mecían al compás de un pasodoble, él preguntaba:
-¿Te quedas conmigo...?.
Y unas veces se quedaba con él y, en otras, no.
La moza que baila con Toño Puerto es Tere Neira que tenía unos ojos pequeñitos  -en la foto-  y achinados y sonrisa encantadora y por eso Toño parece muy contento.
Tal vez bailaban un pasodoble: "Campanera", que decía: "¿Por qué han pintao tus ojeras, la flor de lirio real? ¿Por qué te han puesto de seda ¡ ay, Campanera...¡, por qué será..?" o "Francisco Alegre", otro pasodoble del momento con una letra que aún recordamos los más viejos del lugar: "En los carteles han puesto un nombre que no lo quiero mirá: Francisco Alegre y olé, Francisco Alegre y olá" o "El Niño de las Monjas", con letra sentimental: "Eran las monjas las madres del niño aquel que sin padres quedó, con ellas en el convento su infancia feliz pasó..".
No sé. Siempre era un pasodoble o un bolero y, no, música bacaladera de chunda-chunda o  "me lo dijo Pérez que estuvo en Mallorca que allí la alegría, de noche y de día nunca tiene fin" o "Guantanamera: "Guajira, guantanamera. Guantanamera. Yo soy un hombre sincero de donde crece la palma y antes de morirme  quiero echar mis versos del alma".
Claro que, a lo mejor  -solo a lo mejor-  bailaban aquello de: "Vamos amarraditos los dos, espumas y terciopelo. La gente nos mira con envidia por la calle, murmuran los vecinos, los amigos y el alcalde..." Pero a Toño, el "Pardal" y a Tere Neira no les importaba que murmurasen. No tenían motivos para murmurar. Eran amigos. Solo amigos...

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