SOMATENES
Antonio-Esteban González
Quiero pensar que esta fotografía está hecha entre mil novecientos veintitrés y mil novecientos treinta, época en la que el general Primo de Rivera gobernaba en España.
Dice Hugh Thomas en LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA que Primo de Rivera podía pasarse meses trabajando intensamente sin darse un momento de reposo, para desaparecer, luego, un fin de semana y dedicarse a bailar, beber o hacer el amor con cíngaras y que, a veces, se le veía solo, por las calles de Madrid, embozado en una capa, recorriendo los cafés para, al volver a casa, dar un comunicado locuaz en el que se adivinaban los efectos del alcohol.
Primo, por aquella época, creó un partido político -sin programa ideológico- llamado UNION PATRIÓTICA cuya misión era apoyar su dictadura. Los afiliados a este partido provenían de las filas del catolicismo más tradicional y en su mayoría eran funcionarios que querían conservar su puesto.
Durante esta época de la Historia de España, se reactivó el somatén, grupo de ciudadanos armados que pretendían mantener el orden público y cuyo origen está en las Cortes de Cataluña de 1.064.
Los somatenes tenían la obligación de guardar sus armas en casa e instruirse en su manejo. Fue disuelto en 1931 y restablecido en 1936. Vuelto a disolver en 1939 y reorganizado en 1945 para colaborar con la Guardia Civil en la lucha contra el maquis. Definitivamente fue disuelto en 1978.
La fotografía que presentamos hoy es, cuando menos, curiosa: hay un general con uniforme de general que, posiblemente, era el Jefe Político de la zona; está don Miguel, cura de Cacabelos con teja -se le llama teja al sombrero que usan los curas- y manteo y entre los acompañantes vemos al abuelo de Carín y de "Pajuela"; al "Cartero" y sus barbas fluviales y a don Félix de Paz.
Este grupo de ciudadanos con sombrero de fieltro o gorrilla de visera, corbata y chaleco, parece el ejército de Pancho Villa, -con todos mis respetos- sobre todo por su armamento en el que abunda fusiles de chispa o escopetas de caza y casi estoy seguro de una cosa: que aquel día, se habían reunido para comer y discutir quién era el que más mandaba.
De todas formas, una foto así, es una foto entrañable en la que seguramente alguien conocerá a alguien: a su abuelo o al amigo de su abuelo o al vecino y agradeceríamos que nos lo hiciera saber porque es parte de la historia de una vieja villa llamada Cacabelos
Quiero pensar que esta fotografía está hecha entre mil novecientos veintitrés y mil novecientos treinta, época en la que el general Primo de Rivera gobernaba en España.
Dice Hugh Thomas en LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA que Primo de Rivera podía pasarse meses trabajando intensamente sin darse un momento de reposo, para desaparecer, luego, un fin de semana y dedicarse a bailar, beber o hacer el amor con cíngaras y que, a veces, se le veía solo, por las calles de Madrid, embozado en una capa, recorriendo los cafés para, al volver a casa, dar un comunicado locuaz en el que se adivinaban los efectos del alcohol.
Primo, por aquella época, creó un partido político -sin programa ideológico- llamado UNION PATRIÓTICA cuya misión era apoyar su dictadura. Los afiliados a este partido provenían de las filas del catolicismo más tradicional y en su mayoría eran funcionarios que querían conservar su puesto.
Durante esta época de la Historia de España, se reactivó el somatén, grupo de ciudadanos armados que pretendían mantener el orden público y cuyo origen está en las Cortes de Cataluña de 1.064.
Los somatenes tenían la obligación de guardar sus armas en casa e instruirse en su manejo. Fue disuelto en 1931 y restablecido en 1936. Vuelto a disolver en 1939 y reorganizado en 1945 para colaborar con la Guardia Civil en la lucha contra el maquis. Definitivamente fue disuelto en 1978.
La fotografía que presentamos hoy es, cuando menos, curiosa: hay un general con uniforme de general que, posiblemente, era el Jefe Político de la zona; está don Miguel, cura de Cacabelos con teja -se le llama teja al sombrero que usan los curas- y manteo y entre los acompañantes vemos al abuelo de Carín y de "Pajuela"; al "Cartero" y sus barbas fluviales y a don Félix de Paz.
Este grupo de ciudadanos con sombrero de fieltro o gorrilla de visera, corbata y chaleco, parece el ejército de Pancho Villa, -con todos mis respetos- sobre todo por su armamento en el que abunda fusiles de chispa o escopetas de caza y casi estoy seguro de una cosa: que aquel día, se habían reunido para comer y discutir quién era el que más mandaba.
De todas formas, una foto así, es una foto entrañable en la que seguramente alguien conocerá a alguien: a su abuelo o al amigo de su abuelo o al vecino y agradeceríamos que nos lo hiciera saber porque es parte de la historia de una vieja villa llamada Cacabelos
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