DON ARSENIO, EL FACTOR -Y
OTROS- EN EL CAMPO DE SAN BARTOLO
Antonio-Esteban González
En realidad, los otros eran: Tascón, un peluquero de Ponferrada que, además de cortar el pelo y afeitar con brocha de pelo de camello y jabón que daba mucha espuma, mantenía una tertulia deportiva en su establecimiento en el que se leía, religiosamente, MARCA Y PUEBLO y siempre había algún cliente que sabía las alineaciones de algún equipo, de memoria.
Está en la foto, también, un jugador del SAN PEDRO de FUENTESNUEVAS, cuyo nombre ignoramos y Albertín, capitán -Albertín había sido capitán del ejército- de la Unión y Pepito, el de la Luz, que no sabemos muy bien qué hacía en San Bartolo , con gafas de sol, bigote y americana cruzada.
Si sabemos que don Arsenio había dejado, por un momento, sus columnas de números al DEBE o al HABER, sus facturas y sus albaranes y presidía el equipo de la UNIÓN, cuando la UNIÓN no era la UNIÓN, sino un equipo de pueblo del que estaban orgullosos los vecinos.
A este equipo le faltaba un campo de fútbol con graderío y tribuna cubierta y socios y la gente se agolpaba en el Campo de San Bartolo, detrás de las porterías para ver a sus ídolos.
No había televisión y únicamente Matías Prats, padre, y Enrique Mariñas cantaban las hazañas deportivas de los héroes -mínimos héroes- de una villa que vibraba con el fútbol.
Al hilo de este comentario, se me ocurre otro que, seguramente, se le ha ocurrido, también, a algún lector del blog: que los campos de fútbol de Cacabelos, entonces, llevaban nombres de santos: San Isidro y San Bartolo. Y yo me pregunto -y muchos se preguntarán- por qué al campo de San Bartolo se le llama -y se le llamaba- Campo de san Bartolo. ¿Qué tiene que ver San Bartolo con Cacabelos?. No lo sé. Solo sé que aquí, este campo, sirvió en mil novecientos doce -doce de abril de mil novecientos doce- para que ,los observatorios de San Fernando, el de Madrid, el del Ministerio de Instrucción Pública y el de la Universidad de París impresionasen una película, con motivo de un eclipse de sol. (También, en este campo o sobre este campo, el aviador francés Jules Vedrines ejecutó con su biplano diversos ejercicios y fue muy aplaudido).
En fin, esta es una foto más que nos lleva a un tiempo que, como diría alguien, sí que fue un tiempo muy feliz.
En realidad, los otros eran: Tascón, un peluquero de Ponferrada que, además de cortar el pelo y afeitar con brocha de pelo de camello y jabón que daba mucha espuma, mantenía una tertulia deportiva en su establecimiento en el que se leía, religiosamente, MARCA Y PUEBLO y siempre había algún cliente que sabía las alineaciones de algún equipo, de memoria.
Está en la foto, también, un jugador del SAN PEDRO de FUENTESNUEVAS, cuyo nombre ignoramos y Albertín, capitán -Albertín había sido capitán del ejército- de la Unión y Pepito, el de la Luz, que no sabemos muy bien qué hacía en San Bartolo , con gafas de sol, bigote y americana cruzada.
Si sabemos que don Arsenio había dejado, por un momento, sus columnas de números al DEBE o al HABER, sus facturas y sus albaranes y presidía el equipo de la UNIÓN, cuando la UNIÓN no era la UNIÓN, sino un equipo de pueblo del que estaban orgullosos los vecinos.
A este equipo le faltaba un campo de fútbol con graderío y tribuna cubierta y socios y la gente se agolpaba en el Campo de San Bartolo, detrás de las porterías para ver a sus ídolos.
No había televisión y únicamente Matías Prats, padre, y Enrique Mariñas cantaban las hazañas deportivas de los héroes -mínimos héroes- de una villa que vibraba con el fútbol.
Al hilo de este comentario, se me ocurre otro que, seguramente, se le ha ocurrido, también, a algún lector del blog: que los campos de fútbol de Cacabelos, entonces, llevaban nombres de santos: San Isidro y San Bartolo. Y yo me pregunto -y muchos se preguntarán- por qué al campo de San Bartolo se le llama -y se le llamaba- Campo de san Bartolo. ¿Qué tiene que ver San Bartolo con Cacabelos?. No lo sé. Solo sé que aquí, este campo, sirvió en mil novecientos doce -doce de abril de mil novecientos doce- para que ,los observatorios de San Fernando, el de Madrid, el del Ministerio de Instrucción Pública y el de la Universidad de París impresionasen una película, con motivo de un eclipse de sol. (También, en este campo o sobre este campo, el aviador francés Jules Vedrines ejecutó con su biplano diversos ejercicios y fue muy aplaudido).
En fin, esta es una foto más que nos lleva a un tiempo que, como diría alguien, sí que fue un tiempo muy feliz.
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