Los vecinos de la calle San Bartolo de Cacabelos se
levantaban esta mañana con una imagen
insólita, los amigos de lo ajeno se habían llevado durante la noche pasada unas
rejillas del alcantarillado. Ocho de las tapas habían desaparecido dejando
peligrosos huecos para peatones y vehículos.
No sorprende la noticia. Últimamente los mismos hechos se
vienen repitiendo en diversos lugares de España, pero, que se sepa, nunca en
nuestro pueblo. Ya hay localidades que están estudiando la forma impedir el saqueo con el uso de otros materiales,
como pueda ser el hormigón o resinas, o dificultando su extracción con algún
mecanismo.
Ante el hecho ya sabemos que trabajan por aquí y que
pueden tener mucha faena por delante.
la crisis agiliza las mentes de lo ajeno, me quedo flipado, aqui en murcia se llevaban los pivotes de las calles peatonales
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