Imágenes y recuerdos de Cacabelos (CDXLI)

 

UNA FOTO CON NOSTALGIA

No quisiera hablar de nostalgia porque   -valga la redundancia-  me invade la nostalgia, pero no me queda más remedio…

Nostalgia es recordar los besos  que pudimos haber dado y no dimos  o los que dimos  a aquella niña de las trenzas rubias como el trigo  en sazón y los senos  pequeñitos como limones maduros.

Nostalgia es volver a recordar los sueños que soñábamos y que no se cumplieron  o recordar  el primer baile, de nuevo,  con aquella niña  que cuando fue mujer se enamoró de otro.

Nostalgia es ver fotos antiguas vestidos de almirante cuando íbamos a hacer la primera comunión. Marineros de agua dulce, sin mar ni escuadra a nuestras órdenes.

Nostalgia son las mariposas que parecen revolotear en el estómago cuando vemos a la primera novia que tuvimos, de paseo con los niños  que hubieran podido ser los de uno. Eso y más, es nostalgia. Y yo siento nostalgia cuando veo también, fotos como la de esta semana, con la pátina sepia de las fotos de ayer y recuerdo a Xoque Pol  y a “Pirucho” junto a él y, delante, Conchita, la “Feliciana”, modista que, seguramente había cosido los modelos  que llevaban aquel domingo de primavera sus amigas, Emilia que casaría con Xoque y Manola, novia de “Pirucho”, adornadas las tres con sencillos collares de perlas falsas.

Lo dicho. Vuelvo a revivir, en una foto de ayer, mi ayer y comienza a aflorar la nostalgia.