Taller de bordado a máquina situado en el local que hoy es el bar Avenida 33 |
SANTA LUCÍA
Por Antonio Esteban González
No puedo asegurarlo de primera
mano, pero creo que una de las santas
más respetadas en la Corte
Celestial y que goza de línea directa con Dios Padre, es Santa Lucía que está muy por encima, en la consideración de
los fieles, de santos aburridos como San Jerónimo, Santo Tomás de Aquino -que aquí no goza de gran popularidad,
ahora- o de San Isidoro y sus
ETIMOLOGIAS ya que estos santos pasan el día discutiendo aún sobre el sexo de
los ángeles: que si son de género masculino o femenino o si no tienen sexo.
Santa Lucía, como casamentera,
ha tenido fracasos -también san
Antonio- pero esos fracasos son mínimos. Y son
mínimos porque las cosas ahora son distintas ya que el mundo actual, no es el de antes. Antes había que solventar numerosos imponderables
que surgían: que si el mozo no era bien visto por la futura mamá política; que
si era un vivalavirgen o sea, un fiestero; que si no tenía ganas de casarse y
había que darle un empujoncito… Eran las cosas del día a día. Hoy, ya se sabe,
hay menos modistillas y ya no
existen los talleres de costura. Hoy los
talleres de costura están en China, en Indonesia o en Taiwán y en esos países
no han oído hablar de santa Lucía como
santa casamentera. Hoy tiene, en nuestro mundo, menos peticiones de ayuda para
buscar novio e, incluso, para curar conjuntivitis primaverales y ojos
enrojecidos por el trabajo en los ordenadores porque los ojos enrojecidos y la
conjuntivitis se cura con “Visprim”, de venta en farmacias.
Yo apostaría que muchas de las mozas
que aparecen en la fotografía -las que
estaban por casar- pedían con fervor,
entre puntada y puntada, que la santa les proporcionase, sobre todo, un novio
con el porvenir asegurado, y, si no se
lo creen, pregúntenselo. (También les dirán
-las que estaban casadas- que le
pedían no padecer orzuelos que eran unos
granitos dolorosos que nacían en los párpados inferiores).
Una muestra de aquellas labores de Vicenta, madre de José Ramón |
Y ahí están, en un local que,
posiblemente era lo que hoy es AVENIDA 33 y que pertenecía a Sarmiento: Carmiña, la de Saturno, la mujer de Barredo, Tere Costero -¡ pobrecilla…¡ y que ya goza de la paz del
Señor al lado de santa Lucía; Rosita,
casada con Pepe, el de “La Golondrina”; Pili, la hija de Juanín, el “Cartero”
y residente en Gijón o Vicenta, madre de José Ramón López.
Una foto con máquinas de coser
modernas y modistillas enfrascadas en hacer un ojal o dar un pespunte, pero, también, esperando el día trece de
Diciembre, fiesta de su santa patrona y recordando un refrán que no era cierto:
“Por santa Lucía, la noche es igual al día”…
O sea, una foto de ayer que no
tiene nada que ver con el día de hoy.
PD.- Felicidades a todas las que
se llaman Lucía, especialmente a Lucía, la de LA MONCLOA, que sabemos que nos
lee.
También aparece Lin (Aurelia), la hija de Juanín (el cartero) y residente en Barcelona, viuda de José González (el molinero), situada en la segunda fila de costureras, muchas gracias.
ResponderEliminarUn cordial saludo.