SEIS MUJERES Y UN HOMBRE
Por Antonio Esteban González
Bien pudiera ser, este epígrafe,
el título de una película francesa y, la foto, una escena de la misma, por el
encuadre, perfecto y por la naturalidad de los protagonistas, pero se trata,
como todos los lectores suponen, de una merienda.
En aquellas meriendas de
ayer -ayer se merendaba más que
hoy- no podían faltar los filetes
empanados que son, naturalmente, filetes, pero envueltos en pan rallado y
huevo, ni las empanadas de batallón, empanadas que llevan acelgas, chorizo, trocitos
de tocino y alguna cosa más y que es mucho más sabrosa que la empanada
industrial, cocinada en hornos de panadería, con todos los respetos. Tampoco
podía faltar en estas meriendas, el vino en bota y la gaseosa.
Alguien me dijo que la parca
merienda, a base de bocadillos, en esta ocasión, se celebraba en Villafranca, pero tengo mis dudas porque,
en Villafranca, las buenas gentes de la villa, no llevaban la merienda, sino
que visitaban “LA CHAROLA” y saboreaban los callos, acompañados de pan recién
horneado.
En la foto vemos a Milagros y
Luchy de Paz Nieto, a Miguel de Paz Garnelo
-el único hombre entre un ramillete de mujeres- a Nice, a la que muchos llaman Ceta, a
Blanquita de Paz, a Milagros Nieto Iglesias y a Terina de Paz de Paz Nieto o
sea, la familia de Paz con el añadido de Nice Cela que era amiga de todos
ellos.
Una semana más y una foto más que
nos acerca a un ayer relativamente cercano.
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