miércoles, 16 de marzo de 2016

Imágenes y recuerdos de Cacabelos (CCI)




Mero ¿en la puerta de Casa Peña?
EL CARTERO SIEMPRE LLAMA DOS VECES
Por Antonio Esteban González
Efectivamente, los carteros, antes, como dice el título de la película siempre llaman dos veces.
Hace años, llamaban una vez para entregar un paquete certificado y, si no había nadie en casa, volvían al día siguiente y llamaban de nuevo porque eran  fieles cumplidores de su deber.
Los carteros, casi siempre eran portadores de buenas noticias en cartas que solían comenzar de la misma manera: “Querida familia: Espero que al recibo de la presente estéis bien de salud. La nuestra, bien, gracias a Dios…”, porque las malas noticias se comunicaban mediante telegrama, más rápido pero, también, más caro ya que se pagaba por número de palabras: “Papá grave. Stop. Mamá grave. Stop, Accidente coche carretera. Stop. Venid”.
Por las cartas sabíamos cómo estaban los primos de la Argentina y se habían bañado en Mar del Plata o habían visto la “Bomboneras”, el estadio del “Boca Juniors”; y  los tíos que habían emigrado a Brasil  hablaban de las “garotas” de grandes y exuberantes tetas que exhibían en Carnaval.
Los parientes que trabajaban en París escribían cartas muy extrañas en las que mezclaban el francés con el español: “Meas dao una grande alegría al recebir tu atenta letre en la que me dices caga un esfuerzo por mandarte un  franco  de Francia para ver como es, que al franco de ahí lo tenéis mui visto”.
En Toral teníamos como cartero a Epifanio que sonriente, cartas para los reyes Magos; en Villafranca estaba Genaro de quien recuerdo su perfil de romano bajo el reloj sin minutero de la estación y aquí, en Cacabelos, estaba Mero que recogía la correspondencia que traía Joaquín, en el taxi, y la entregaba, tras clasificarla, casa por casa.
Así eran nuestros carteros, ayer. Incluso, felicitaban las Pascuas con un tarjetón. Y se  les daba el aguinaldo.
Sirvan estas líneas como homenaje a este honrado gremio, personificado hoy en Mero, un cartero que siempre llamaba dos veces para que la carta no quedase sin entregar.

2 comentarios :

  1. gracias Carlos y Antonio por este "pequeño" homenaje a mi abuelo

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  2. Gracias a ti por leernos Ricar. Ha sido un placer hablar de Mero

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