Mero ¿en la puerta de Casa Peña? |
EL CARTERO SIEMPRE LLAMA DOS VECES
Por Antonio Esteban González
Efectivamente, los carteros, antes, como dice el título de
la película siempre llaman dos veces.
Hace años, llamaban una vez para entregar un paquete
certificado y, si no había nadie en casa, volvían al día siguiente y llamaban
de nuevo porque eran fieles cumplidores
de su deber.
Los carteros, casi siempre eran portadores de buenas
noticias en cartas que solían comenzar de la misma manera: “Querida familia:
Espero que al recibo de la presente estéis bien de salud. La nuestra, bien,
gracias a Dios…”, porque las malas noticias se comunicaban mediante telegrama,
más rápido pero, también, más caro ya que se pagaba por número de palabras:
“Papá grave. Stop. Mamá grave. Stop, Accidente coche carretera. Stop. Venid”.
Por las cartas sabíamos cómo estaban los primos de la
Argentina y se habían bañado en Mar del Plata o habían visto la “Bomboneras”,
el estadio del “Boca Juniors”; y los
tíos que habían emigrado a Brasil
hablaban de las “garotas” de grandes y exuberantes tetas que exhibían en
Carnaval.
Los parientes que trabajaban en París escribían cartas muy
extrañas en las que mezclaban el francés con el español: “Meas dao una grande
alegría al recebir tu atenta letre en la que me dices caga un esfuerzo por
mandarte un franco de Francia para ver como es, que al franco de
ahí lo tenéis mui visto”.
En Toral teníamos como cartero a Epifanio que sonriente,
cartas para los reyes Magos; en Villafranca estaba Genaro de quien recuerdo su
perfil de romano bajo el reloj sin minutero de la estación y aquí, en
Cacabelos, estaba Mero que recogía la correspondencia que traía Joaquín, en el
taxi, y la entregaba, tras clasificarla, casa por casa.
Así eran nuestros carteros, ayer. Incluso, felicitaban las
Pascuas con un tarjetón. Y se les daba el
aguinaldo.
Sirvan estas líneas como homenaje a este honrado gremio,
personificado hoy en Mero, un cartero que siempre llamaba dos veces para que la
carta no quedase sin entregar.
gracias Carlos y Antonio por este "pequeño" homenaje a mi abuelo
ResponderEliminarGracias a ti por leernos Ricar. Ha sido un placer hablar de Mero
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