La Feria de San Migue que hoy comienza, se
celebraba durante los tres últimos días de septiembre. En los últimos años dura
escasamente un día. Con pena hay que decir que su evolución es negativa, tanto
en número de comerciantes como de feriantes de una u otra clase. Ni de lejos se
aproximan a las que aún recordamos de hace más de tres, cuatro o más décadas.
Ojalá no sea cierto, pero las que hoy comienzan tendrán el mismo signo decadente
que las anteriores.
 |
Artesanos tejedores de El Val de San Lorenzo tenían reservado el espacio de lo que hoy es albergue de peregrinos |
 |
El mismo lugar en la actualidad |
No se trata de sacar estadísticas y anunciar
si hubo cinco puestos más o menos de comerciantes que años anteriores o si se
tramitó una decena más de guías de ganado que el 2014. No debemos negar la
evidencia: la Feria de San Miguel se muere, como ya tiene certificado de
defunción la de San Bartolo (24 de agosto). Lo importante ahora es buscar
solución para la enferma. Es urgente buscar, no alternativas, sino nuevas
actividades que ayuden a reavivarla. Lo que aún queda no se debería despreciar
porque, además de ser la clase de comercio que la originó,
es un símbolo de su historia.
¿Es posible que localidades sin
la tradición secular de Cacabelos hayan ido creando ferias en los últimos años -por
cierto, con notable éxito algunas- y nuestra
villa, después centenares de años celebrándolas, las pueda perder?
Por eso es esencial
estudiar y promover una nueva feria que se sume a la tradicional.

Que será difícil encontrar
soluciones, seguramente. Que los tiempos no son muy propicios por los problemas
económicos, también será cierto. Pero, indudablemente, sino se comienzan a dar
los pasos necesarios para salir de la gravedad, el desenlace fatal está
asegurado.
Para finalizar, arrinconando el pesimismo y dando paso a la
nostalgia, se incluyen dos fotos de los años 70 del siglo pasado en las que
los más jóvenes lectores podrán ver el marcado de las mantas y lana en lo que
hoy es albergue de peregrinos. Y otra con uno de los productos estrella de
San Miguel: las cebollas.
seria buena idea celebrarla en domingo ganaria en visitantes y ambiente.
ResponderEliminar