lunes, 9 de septiembre de 2013

Alex, un calé cacabelense en las filas de la Unión

Alex vive ilusionado con ser una figura del fútbol


      El Cacabelense Infantil  cuenta entre sus filas con un fino y elegante extremo izquierdo. No es noticia porque ya imaginemos  a un futuro Ronaldo, a un Ribery, a un Mata o, ya que está tan de actualidad, a un Bale. Todavía le falta formación y tiempo para poder afirmar con más fundamento su meta.
    Este jovencísimo jugador se llama Alexandro Jiménez Suárez, Alex, y pertenece a la comunidad gitana de Cacabelos. Perfectamente integrado en el equipo y entre sus compañeros sueña con llegar a ser  profesional  del balón.
    No es el primer jugador de esta etnia que milita en las filas de nuestro equipo local. Hace pocos años lo hacía Julio al que los expertos pronosticaban un gran futuro en el mundo del fútbol.  Su extraordinaria clase no pasó desapercibida a los ojeadores de varios equipos de primera división, entre ellos el Real Madrid y el Sporting de Gijón. Este último intentó llevárselo para su escuela del Mareo en la ciudad costera asturiana, pero la firme negativa de su padre echó por tierra la ilusión del hijo.
   Alex, hincha del Barcelona y seguidor de Messi especialmente, afirma que él no tendría inconveniente en marchar de Cacabelos si le fichase un equipo de categoría superior. Pero dejando muy claro que no se iría solo, se llevaría a sus padres aunque tuviesen que vivir en una chabola. Pregunta muy serio cuánto puede cobrar un jugador profesional. Al conocer alguna de las cifras que se barajan por “esas alturas” responde casi con preocupación:
-Casi ni las entiendo(se refiere este inocente a las cantidades mareantes que actualmente se manejan.
   Comenzó jugando en el equipo de fútbol-sala de Cacabelos y posteriormente pasó a entrenar y a jugar con La Unión. Ocupa  habitualmente  la izquierda, aunque, afirma, puede hacerlo también por la derecha. Acepta las órdenes del entrenador sin  rechistar y éste casi siempre le hace jugar por la banda de los zurdos.
   Tiene doce años y , como casi todos los niños de esa edad, es aficionado a las videoconsolas y el deporte.  En el colegio dice no tener problemas, pero la lectura no es una de sus actividades favoritas. Disfruta entrenando, en los viajes con el equipo y jugando.

   El futuro como jugador está por llegar, pero ya es realidad su buena integración con los compañeros de la Unión y con los del colegio. Primer objetivo conseguido.

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