HÉROES DEL DOMINGO
Antonio-Esteban González
El domingo, -casi todos los domingos- el héroe -sin heroína- en Cacabelos era más héroe que durante el resto de la semana, a excepción de los días sábado o los días lunes. (Los sábados, por la incógnita de la alineación del equipo, y los lunes porque los héroes, ese día, eran más héroes: habían vencido al Huracán de Ponferrada -casi siempre invencible- al Arenas de Vega de Espinareda o al Spartak Villafranquino o habían caído con honor -que, a veces también ocurría porque los héroes son mortales y Nino, por ejemplo, había tenido una mala tarde -y una mala tarde la tenía cualquiera aunque fuera un héroe de andar por casa y se llamase Nino- o Albertín había fallado, cuando no fallaba nunca). ( A veces, también, era el árbitro que había ignorado una falta máxima en el área enemiga o el tiempo: la lluvia que había puesto el campo impracticable y no se podía aprovechar la velocidad de Eleuterio o el empuje de Carín y estas mínimas cosas convertían a aquellos héroes del domingo en menos héroes .Pero esa era su grandeza: sabían vencer o caer vencidos con honor).
Aquel domingo -1952- por ejemplo, los héroes habían visto el sábado, en el Cine América, la película en la que se veían reflejados: un filme de Mario Camerini con Raf Vallone y Marcello Mastroianni, LOS HÉROES DEL DOMINGO, sobre un delantero centro que recibe una oferta para perder un partido.
Y también, el domingo, -casi todos los domingos- habían degustado, en familia, una paella con menudillos de pollo y ensalada -aunque, quizás, la ensalada, no, por aquello de los gases- regada con tinto de Guerra y sifón y gaseosa de Lobato o de Joaquín Peña, alguno de cuyos hermanos -Luso y Mero- jugaban al fútbol y formaban parte de ese grupo de héroes de los que hablábamos.
Habían tomado café en el Casino y, a media tarde, se habían vestido de corto para convertirse en los héroes del domingo cacabelense. (No todos llegarían a héroes nacionales soñando con la voz de Matías Prats que logró la inmortalidad deportiva con el gol de Telmo Zarra a la pérfida Albión en la España que renacía).
Ahí los tienen, de izquierda a derecha y de arriba abajo: Alberto, Nino, Félix Garnelo, Eleuterio, Luso Peña, Canuta, Tule, Mariano, Mero Peña, Lolo, "el Asturiano", Carín y Viruta.
El domingo, -casi todos los domingos- el héroe -sin heroína- en Cacabelos era más héroe que durante el resto de la semana, a excepción de los días sábado o los días lunes. (Los sábados, por la incógnita de la alineación del equipo, y los lunes porque los héroes, ese día, eran más héroes: habían vencido al Huracán de Ponferrada -casi siempre invencible- al Arenas de Vega de Espinareda o al Spartak Villafranquino o habían caído con honor -que, a veces también ocurría porque los héroes son mortales y Nino, por ejemplo, había tenido una mala tarde -y una mala tarde la tenía cualquiera aunque fuera un héroe de andar por casa y se llamase Nino- o Albertín había fallado, cuando no fallaba nunca). ( A veces, también, era el árbitro que había ignorado una falta máxima en el área enemiga o el tiempo: la lluvia que había puesto el campo impracticable y no se podía aprovechar la velocidad de Eleuterio o el empuje de Carín y estas mínimas cosas convertían a aquellos héroes del domingo en menos héroes .Pero esa era su grandeza: sabían vencer o caer vencidos con honor).
Aquel domingo -1952- por ejemplo, los héroes habían visto el sábado, en el Cine América, la película en la que se veían reflejados: un filme de Mario Camerini con Raf Vallone y Marcello Mastroianni, LOS HÉROES DEL DOMINGO, sobre un delantero centro que recibe una oferta para perder un partido.
Y también, el domingo, -casi todos los domingos- habían degustado, en familia, una paella con menudillos de pollo y ensalada -aunque, quizás, la ensalada, no, por aquello de los gases- regada con tinto de Guerra y sifón y gaseosa de Lobato o de Joaquín Peña, alguno de cuyos hermanos -Luso y Mero- jugaban al fútbol y formaban parte de ese grupo de héroes de los que hablábamos.
Habían tomado café en el Casino y, a media tarde, se habían vestido de corto para convertirse en los héroes del domingo cacabelense. (No todos llegarían a héroes nacionales soñando con la voz de Matías Prats que logró la inmortalidad deportiva con el gol de Telmo Zarra a la pérfida Albión en la España que renacía).
Ahí los tienen, de izquierda a derecha y de arriba abajo: Alberto, Nino, Félix Garnelo, Eleuterio, Luso Peña, Canuta, Tule, Mariano, Mero Peña, Lolo, "el Asturiano", Carín y Viruta.
que grande esta seccion y que joyas fotograficas con historia nos regalas carlos
ResponderEliminarEso si que era un equipazo. Y ahí se ve a mi abuelo, pero más joven de lo que yo lo recuerdo...
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