domingo, 14 de octubre de 2012

El puente sobre el Cúa: cruz y cara


Son dos imágenes en las este puente añade su parte de protagonismo. No, no se trata una noticia que aporte alguna novedad en cuanto a si se restaura, si se amplia, si se pone una pasarela paralela o si se construye uno nuevo. Quizá, y pienso con mi optimismo contenido, nuestros herederos podrán contemplar algún día solucionado el grave problema que presenta en la actualidad.
                                                                                          
Chabolismo bajo el puente
La primera, y es la cruz, a pesar del colorido que presenta,  nos hace retroceder a los tiempos del blanco y negro. Y no me refiero sólo a las fotografías de antaño.
Situaciones como las que hemos podido volver a contemplar durante estos días pasados de vendimia, estaban ya prácticamente olvidadas en el fondo de nuestra memoria. Solamente se recordaban como meras anécdotas de la vida cacabelense de hace varias decenas de años. Debajo del puente y en los soportales de la Plaza de San Isidro no era extraño que se aposentaran entonces familias gitanas durante temporadas enteras. Aún hoy viven gitanos mayores en Cacabelos que nacieron en alguno de esos dos lugares.
En estos tiempos han sido familias de trabajadores extranjeros(rumanos y búlgaros) llagadas para trabajar en la vendimia las que han visto obligadas a protagonizar estas lamentables imágenes. Teniendo por techo el arco del puente y amparándose del frío con restos de cajas de cartón.

El misterio de la higuera del puente

La otra fotografía contiene la cara. Una higuera crece desde hace unos años  bajo la acera del primer arco detrás de esa horrible tubería metálica. Llama la atención a unos y otros, no el hecho de naciera allí, sino el que haya seguido creciendo y dando cada año su particular cosecha de fruta.
Es observada con curiosidad y hasta hay quien se atreve a retorcerse entre las barras de las barandillas para alcanzar alguno de sus higos.
¿De qué se alimenta? Es la pregunta que se hacen muchos al pasar por allí. Aparentemente nace entre dos sillares de granito, por encima la acera y unos metros por debajo el río.
- Las raíces han ido creciendo por el arco, luego bajaron por la pilastras hasta llegar al agua. Responde contundente un enterado. Claro que hasta recorrer más de la veintena de metros que median entre el río y el árbol, ¿de qué se alimentó?
-Isto éche que respira a humidade que desprende o río durante a noite e xa lle chega. Es la respuesta del bucólico científico  que encuentra explicación a todo lo habido y por haber.
Algunos comentarios se van un poco más allá de lo humano:
-Quizá signifique algo o sea una señal. Fíjate lo cerca que está el Santuario de las Angustias. Hasta aquí podría llegar alguna influencia milagrosa.
A mí se me escapan las razones que expliquen con certeza el fenómeno. ¿Y a vosotros?

                                                                 

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