MAS SE PERDIÓ EN LA GUERRA DE CUBA Y VOLVIERON CANTANDO
Antonio-Esteban González
Dice el dicho -y valga la redundancia que los
españolitos que regresaron de Cuba, después de luchar por Dios, por la
Patria y el Rey, volvieron cantando. No sé si es cierto o no es cierto.
Concédanme el beneficio de la duda.
Tal vez regresara cantando Eloy Gonzalo, el "Héroe de Cascorro", inclusero, que tiene una Plaza en Madrid, en El Rastro, y a quien le concedieron una pensión vitalicia de siete cincuenta pesetas diarias o, quizás, Dámaso Luna, el soldado señalado en la foto con una "equis", porque regresaba vivo y, tal vez, Dámaso, mirando la estela que dejaba el buque que lo traía de regreso, cantase aquello que cantaban todos los soldaditos españoles:" Adiós, adiós, lucero de mis noches, canta el soldado, al pie de una ventana. Pues ya me voy, no llores, alma mía, que volveré mañana. Ya se divisa por el Oriente el alba y en el cuartel cornetas y tambores están tocando a diana".
Otros, que habían podido librarse de la guerra, previo pago de seis mil reales -mil quinientas pesetas, nueve euros- cantarían otra coplilla, sin salir de su tierra:"Si te toca, te jodes, que te tienes que ir, a la guerra de Cuba a que luches por mí, que tu madre no tiene dos mil reales pa ti".
Seguramante Dámaso , que regresó incólume del otro lado del mar, contó a sus amistades y a su familia, la lucha contra los mambises cubanos, armados con machetes y que, emboscados, luchaban por la independencia de su patria contra los fusiles españoles.O, quizás, les hablase de Antonio Maceo, el cabecilla que los mandaba o de José Martí, el intelectual rebelde que escribía, a caballo, como Julio César, en las Galias, mientras guerreaba, estos hermosos versos:"Cultivo una rosa blanca en Julio como en Enero, para el amigo sincero que me da su mano franca y para el cruel que me arranca el corazón con que vivo, cardo ni rosa cultivo, cultivo una rosa blanca". Yo no sé si Dámaso Luna los conocía cuando regresó a Cacabelos. Es posible que sí porque los Luna eran personas ilustradas.
Han pasado más de cien años. La foto es orgullo para generaciones y homenaje para algunos cacabelenses de ayer que, sin lugar a dudas, dejaron su sangre fértil en la Isla y homenaje a Dámaso Luna que regresó cantando. (O se supone que regresó cantando).
Tal vez regresara cantando Eloy Gonzalo, el "Héroe de Cascorro", inclusero, que tiene una Plaza en Madrid, en El Rastro, y a quien le concedieron una pensión vitalicia de siete cincuenta pesetas diarias o, quizás, Dámaso Luna, el soldado señalado en la foto con una "equis", porque regresaba vivo y, tal vez, Dámaso, mirando la estela que dejaba el buque que lo traía de regreso, cantase aquello que cantaban todos los soldaditos españoles:" Adiós, adiós, lucero de mis noches, canta el soldado, al pie de una ventana. Pues ya me voy, no llores, alma mía, que volveré mañana. Ya se divisa por el Oriente el alba y en el cuartel cornetas y tambores están tocando a diana".
Otros, que habían podido librarse de la guerra, previo pago de seis mil reales -mil quinientas pesetas, nueve euros- cantarían otra coplilla, sin salir de su tierra:"Si te toca, te jodes, que te tienes que ir, a la guerra de Cuba a que luches por mí, que tu madre no tiene dos mil reales pa ti".
Seguramante Dámaso , que regresó incólume del otro lado del mar, contó a sus amistades y a su familia, la lucha contra los mambises cubanos, armados con machetes y que, emboscados, luchaban por la independencia de su patria contra los fusiles españoles.O, quizás, les hablase de Antonio Maceo, el cabecilla que los mandaba o de José Martí, el intelectual rebelde que escribía, a caballo, como Julio César, en las Galias, mientras guerreaba, estos hermosos versos:"Cultivo una rosa blanca en Julio como en Enero, para el amigo sincero que me da su mano franca y para el cruel que me arranca el corazón con que vivo, cardo ni rosa cultivo, cultivo una rosa blanca". Yo no sé si Dámaso Luna los conocía cuando regresó a Cacabelos. Es posible que sí porque los Luna eran personas ilustradas.
Han pasado más de cien años. La foto es orgullo para generaciones y homenaje para algunos cacabelenses de ayer que, sin lugar a dudas, dejaron su sangre fértil en la Isla y homenaje a Dámaso Luna que regresó cantando. (O se supone que regresó cantando).
Imagen impresionante sin duda un trozo de historia esa perdida de cuba en 1892
ResponderEliminarno hay historia sin memoria!!! gracias por escribir estas historias para muchos desconocidas.
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