Después de la intensa jornada vivida ayer por Ludus Bergidum Flavium -viaje y desfile en Astorga por la mañana, representación teatral por la tarde y cena romana en Cacabelos- llegó la jornada dominical con una celebración de la olimpiada muy especial.
Fue hace diez años, durante unas Fiestas de San Roque que iban a pasar sin pena ni gloria por falta de organización, cuando Gonzalo, que aún no era cónsul, preparó con la ayuda de amigos y vecinos unos juegos para lo niños en la Plaza de San Roque que serían el origen de esta fiesta anual romana.
Después del esfuerzo llegó la compensación con la ronda de tabernas |
Actuaron al final las bailarinas exóticas de Bergidum y se realizó la tradicional ronda por las tabernas de Bergidum
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