martes, 16 de enero de 2018

Imágenes y recuerdos de Cacabelos (CCC)


Mero delante de la fonda Casa  Peña, hoy El Molino

 
MERO, EL CARTERO

 Por Antonio Esteban González

Yo no sé si Mero  -  Merin, el cartero-  sabía, de memoria, las estaciones que había  entre la Granja de San Rafael   -por ejemplo-  y Segovia o si Oza de los Ríos era la última  -o la penúltima estación-  antes de llegar a La Coruña o si conocía los partidos judiciales de la provincia de Lugo, como era obligatorio en toda oposición a carterías, aunque yo creo que lo de las estaciones era obligatorio para los "ambulantes" ,es decir, para aquellos carteros que ejercían su profesión  en los "trenes-correo".
Los carteros de los pueblos pequeños, eso sí ,tenían que conocer las calles de la villa  -Calle de la Cuatropea o Calle de la Peña-  y a los vecinos y sus motes y, como en la película de Jack Nicholson, siempre llamaban dos veces antes de devolver una carta.
Mero no fue un cartero clásico de gorrilla y uniforme, claro que tampoco lo necesitaba. Tampoco, por Navidad, dejaba, entre la correspondencia que repartía,  un tarjetón felicitando las Pascuas o sea, la Navidad.
Mero  no necesitaba tarjetones para que el vecindario tuviera una atención con él.
Y, lo que son las cosas, ni  José ni Aníbal ni Juan ni Leandro, sus hermanos se dedicaron al noble arte de repartir correspondencia , aunque Leandro, que casaría en Toral, emparentó con Epifanio Martínez, cartero de Toral ya que Chonita, hija de Leandro, matrimonió con Jaime, hijo de Epifanio y este, Jaime, durante algún  tiempo, fue cartero de Cosmos y, cada día bajaba en bicicleta a la Estación para recoger la correspondencia dirigida a la cementera.
Hoy, a pesar de que los cartas suelen ser repartidas por carteros uniformados en motocicleta, los más  viejos del lugar echamos de menos a carteros como Mero y por eso, en su honor y porque esta semana llegamos a nuestro artículo número trescientos le dedico unos versos:

Despachaba diligente
una carta de Palencia
y otra de Carcagente
que es un pueblo de Valencia,
Alguien espera una carta
que llega certificada
de una novia que está  harta
porque la tiene olvidada
Juan, el novio. (Ella es Marta).
Y Mero, que es el cartero
con prontitud la reparte.

Recordamos hoy a Mero
cartero con mucho arte.

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