LA
VIEJA MÚSICA
Por Antonio Esteban
Como siempre, hoy, se me
resistía el título del artículo que pretendía escribir para cumplir con mi presencia
semanal en el blog.
Soy incapaz -lo he dicho en alguna ocasión- de dar
forma a un texto si antes no tengo el título. Se me resiste. Afortunadamente
recordé un filme d rodado en Lugo, hace treinta y cuatro años, en el que
Federico Luppi, llegaba a la ciudad para entrenar al Breogán, aunque en
realidad era que regresaba para
encontrarse con Charo López, un viejo amor de juventud.
La película no tenía nada
que ver con la música, pero mostró al mundo una ciudad dos veces milenaria y,
sobre todo, el adarve de la muralla.
El título de esta cinta
de Mario Camus sirve, perfectamente, para titular la foto en la que se ve a
Félix, a El “Rubio” y a Eugenio que, aún sigue deleitando en Madrid a todos
aquellos que gustan del sonido de la música de pulso y púa, o sea del sonido de
una mandolina, de un laúd o de una bandurria, bien afinadas.
La fotografía nos trae recuerdos
de otros días. Lo advertimos en los trajes de Félix y de El “Rubio”: americanas
cruzadas, a la moda, pañuelo en el bolsillo superior del traje y corbata o en
el pantalón de Eugenio, subido a una silla para estar a la altura.
Y digo -tengo que
decirlo- que es triste, hoy, comprobar
como muchos de los que ayer pertenecían a la tuna y que aún viven, no regresen
a la música -a la vieja música- de siempre, pero la vida es así. Todo pasa.
Nada queda y lo que ayer fue, hoy no es. Conformémonos y sigamos escuchando la
música de siempre en la voz y en el pulso de nuevas generaciones.
Menos el pequeño, los dos mayores eran una película en sí mismos, Antonio...
ResponderEliminarUn detalle que acabo de ver ahora y que tenía su símbolo.. La flor en los trastes del laud y la mandolina, las llevaban para regalar a las mozas... Lo que te digo mi padre era todo un prenda!! Soy Dory!!
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