jueves, 6 de diciembre de 2018

Imágenes y recuerdos de Cacabelos (CCCXXXI)




CINCO PARA UNA DELANTERA

Por Antonio Esteban

Y una buena delantera, sí, si en aquellos momentos las mozas jugasen al fútbol. Pero no jugaban. Se limitaban a pasear de arriba abajo, por la carretera, a la espera del Príncipe de sus sueños que, muchas veces, no era el Príncipe Azul, sino un hombre que, a sus ojos abiertos a la vida, sí era el Príncipe, aunque, no siempre, azul, pero eso no era lo importante porque el amor es ciego o eso decían los antiguos romanos que llamaban al amor Cupido y lo representaban con un carcaj lleno de flechas y un arco y con una venda cubriendo sus ojos.

En esta foto perteneciente al álbum particular de Nice Cela, no todas las que aquí están, encontraron a su Príncipe. Nice -a la que otros llaman Ceta-  no lo encontró. Las demás, sí, aunque por aquellos entonces aún eran núbiles que es palabra que quiere decir: Persona que ha llegado a la edad en que es apta para el matrimonio.

Ellas son: Esperancita que casaría con Tin, el panadero; Nice Cela, hermana de Julita, de Nila y de Luciano; Marujina, la hija de don Camilo -don Camilo en Cacabelos siempre fue don Camilo-  y que casaría con Ezequiel(q.e.p.d.), joyero; Maruja Quindós, también fallecida que matrimoniaría con Juanín, el taxista, y Marisa Palacios que regentó una zapatería en Logroño en donde casó.

Cinco mozas que hubieran podido forma una delantera de un equipo de fútbol femenino, porque, atributos tenían para ello.

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