martes, 7 de julio de 2015

¿Un patio cordobés? No, un patio de Cacabelos




Comentábamos días pasados que en Cacabelos te pueden  sorprender en cualquier momento. Puedes encontrarte con una Feria de Abril de Sevilla en mayo o con una fiesta playera en pleno centro del pueblo sin arena ni mar. Así se las gastan los cacabelenses.
Poco después de la noche de San Juan descubrí el patio y jardín del que hoy muestro algunas fotografías. No es, por supuesto, un patio cordobés como se  podría suponer al ver alguna de sus piezas. Es un espléndido  y cultivado jardín creación de Maribel  Pestaña y su marido, Silvano.
La afición, el cuidado y el mimo por las plantas han llevado a esta pareja cacabelense a crear uno de los jardines más notables de nuestro pueblo. La extensión del espacio ha permitido crear varios ambientes llenos de colores y aromas gracias a la multitud de flores que se multiplican por las paredes y por el terreno. Dependiendo de la hora del día o del tiempo puedes elegir descansar sobre el cuidado y fresco césped bajo la sombra de los árboles en una tarde calurosa. Puedes optar por recogerte al amparo  de una acogedora pérgola y disfrutar de una reunión de amigos cuando el tiempo refresca. Y, si lo deseas, soñarás hallarte  en un patio cordobés acomodado en una de las hamacas que Maribel cordialmente pondrá a tu disposición.
Decenas y decenas de macetas con geranios cuelgan de las paredes, otras descansan sobre el suelo y de la tierra brotan hortensias, rosales, siemprevivas, petunias…que son una satisfacción para los jardineros y un placer para la vista y el olfato de la familiares y amigos de esta pareja.
Disfrutando a la sombra en una tarde calurosa
Con tal cantidad de macetas y plantas no es de extrañar que Maribel y Silvano teman la noche de San Juan, más por los destrozos o lesiones que pudieran provocar “los ladrones de tiestos” que por el valor de las propias macetas. Saben que la noche más corta del año les toca guardia, lo que no supone estar en contra de esa tradición. Maribel es partidaria de su mantenimiento, pero poniendo algunas condiciones.  Piensa, me dice, que podría organizarse por parte del Ayuntamiento, inscribiendo a los chicos que van a participar en los robos, etiquetando las macetas y vigilando que nadie se lleve la que no es suya. Le gustaría ver, de nuevo, al Vendimiador rodeado de muchas macetas la mañana de San Juan.  
Por algo se empieza. La idea está lanzada.

La fachada de la vivienda ya advierte de lo que hay en el jardín interior

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