miércoles, 22 de mayo de 2013

Imágenes y recuerdos de Cacabloes (LII)




                               FRESAS CON VINO Y AZUCAR Y UN BILLETE DE CIEN PESETAS
 

                                                                                                                   Antonio-Esteban González

Yo también fui niño e hice mi Primera Comunión y, después, la segunda y la tercera y la cuarta y muchas más. E hice mi Primera Comunión vestido de almirante, almirante de una armada que naufragaría en un mar proceloso, poco profundo y con muchos escollos. Fui un almirante de barcos sin gavias ni palos de mesana y sin gaviotas que anunciaran la tierra prometida porque, por aquel entonces no había tierras prometidas. España era lo que era.  También, en mis manos, llevé un libro de oraciones con tapas de nácar que nunca abrí porque las oraciones eran las habituales y el libro, simplemente, era de adorno.
Aquel día mágico, en casa, mamá hizo paella, o sea, arroz con pollo y, de postre, brazo de gitano y, por la tarde, antes de volver a la Iglesia, visitamos a las amistades que nos ofrecieron  -don Jacobo, un ingeniero alemán y doña Juana, su esposa-  fresas con vino y azúcar y nos regalaron un billete de cien pesetas que pasó, directamente a una hucha. Y, también, como en Cacabelos, como esas niñas que aparecen en la fotografía, el día de Corpus, fuimos en procesión por las calles del pueblo, rodeando la imagen de la Virgen Inmaculada a la que habíamos jurado parecernos aunque, luego, las tormentas hicieron naufragar nuestra inocencia.
Yo no sé si estas niñas, ese día, tomaron fresas con vino y azúcar que es, quizás, el único recuerdo que tengo de aquel día  -hay otra que contaré en otra ocasión-  pero, seguramente fueron felices y prometieron muchas cosas que más tarde no cumplieron porque la vida es como es.
Las fotos están hechas en un espacio de tiempo mínimo y, debajo del letrero que anunciaba la FONDA DE LA CORINA y, un poco más allá CASA GUERRA y si nos detenemos a observar la foto seguramente reconoceremos a Gutis y Cruz, las del "Sillero", a doña Elvira y a Tilde Castilla y a Nieves, la madre de Sita, la del Comercio y a Aníbal, el "Cartero" y a Toñales y Perejón, llevando las andas y a las comulgantes: Sita, Rosi, la "Tacuá", Maribel, la de Lupe, Maribel, la de la Pista, María Luisa Garnelo, María José,, la hermana de Mary Toñi, la de Garay, Mariuqui, ya fallecida y quizás, Pili la de Carmela.
Al dorso de una de las fotografías, aquella en la que una niña está señalada con una "X", dice Mary Tere.
Fue, para ellas, un día inolvidable, vestidas de novia, porque se casaban con Dios.

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