Un año más, y fieles a la cita, llegaron los quintos del 42,
43 y 44 para celebrar su encuentro anual como sólo ellos lo saben hacer desde
hace trece años. Al son que marcaba la Charanga Berciana partieron desde la
Plaza Mayor hasta la alameda de las Angustias, lugar encantado que les hace
regresar a la infancia de los juegos populares. Allí disputaron un año más ser
el ganador o ganadora del juego del cascajo, el peón, la llave y otros ya casi
desconocidos por los más jóvenes.
Una comida a base de empanada berciana y pulpo preparado por
Manolita permitió una tregua para descansar. Tregua que pronto fue quebrantada
para lanzarse a bailar con la música de la charanga.
A las ocho de la tarde acudieron a la Parroquia para asistir
a la misa que estaba ofrecida por las almas de los dos quintos muertos el año
pasado en la misma fecha: Tere García Pintor y Antonio González Arias (Toñín el
Factor).
Cierra esta primera jornada la cena de hermandad en La
Moncloa de San Lázaro con entrega de regalos y fin de fiesta.
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