Imágenes y recuerdos de Cacabelos (CCLXXVIII)

Lolo y Carito

UNA ANTIGUA Y ENTRAÑABLE MÁQUINA DE COSER

Por Antonio Esteban González

La verdadera protagonista de la historia de esta semana es una antigua  -y entrañable-  máquina de coser  -tal vez de la marca ALFA o, quizás, de la marca SINGER-  que, si aún  existe, seguramente estará en uso ya que las  antiguas máquinas de  coser   -como los viejos roqueros-   nunca mueren, sobre todo, si están mínimamente engrasadas.

Y junto a la máquina de coser, dos amigos que se fotografían en una juventud que, a buen seguro, pasó rápidamente y que se les ha ido de las manos como el agua en un cestillo de mimbres. Eran Lolo   -Manolo-  el “Pepito y Carito Reimóndez o sea, Carito, el de Peña que había ido a visitar a su amigo al taller en donde trabajaba.

Por cierto, hablando de Carito, se me ocurre decir que Cacabelos es distinto a Toral, si hablamos de nombres.

En Toral, aquellos que han sido bautizados con el nombre de Ricardo, se les llama, sin más, Ricardo: Ricardo, el zapatero, Ricardo, el de Amando o Ricardo Teijelo. Por cierto, ninguno de ellos tenían muy claro cuando tenían que celebrar su onomástica  ya que había muchos Ricardos elevados a la dignidad de los altares: el 28 de Enero, San Ricardo abad, el 7 de Febrero, san Ricardo rey, el 3 de Abril, San Ricardo, obispo, el 26 de Abril, san Ricardo, monje, el 1 de Mayo, San Ricardo, confesor, el 9 de Junio, san Ricardo, obispo, el 14 de Julio, san Ricardo, también, abad. (Por cierto, el nombre de Ricardo procede del alemán: rik, que quiere decir rey y hardt , que significa poderoso).

Por otra parte, aquí, en Cacabelos, los Ricardo tienen su diminutivo: Caro, Carín, Carito o Richard… En eso, somos diferentes.

Afortunadamente los dos amigos, protagonistas de esta mínima historia, aún están entre nosotros, aunque Carito Reimóndez, últimamente no goza de buena salud, pero, también, afortunadamente, puede, hoy, elegir fecha para celebrar su santo y ojalá pueda seguir haciéndolo durante muchos años, como sus familiares, los Peña, nonagenarios o centenarios. Así que ¡ánimo¡ y a buscar un nuevo año para seguir cumpliendo con la vida y añadir  -como los viejos pistoleros-  una muesca  -un año más-  a las que ya tienes.

¡Ah…¡ y que Lolo, tu amigo, lo celebre contigo.